domingo, 27 de marzo de 2011

Mi hermano



Hace apenas cuatro meses, mi hermano pequeño Azarias, decidió dar el paso y comenzar a correr. Con 30 años de edad, ha dejado atras las motos y esos 104kg de peso de solo eran un lastre. He tenido la suerte de sentir que tenía algo en que ayudarle y orientarle. El podría haber elegido cualquier otra disciplina deportiva, pero decidió calzarse unas zapatillas y sufrir el duro trance de arrancar a correr. Ya sabemos cuanta gente fracasa y tira la toalla al comprobar lo duro que se hacen los comienzos en este bendito deporte. Así que mi misión era conseguir que pasara la criba natural, ese filtro que te deja pasar o te aparta para siempre de la carrera a pie.

Era fundamental buscar un dia "D", algún puerto al que llegar, y que mejor destino que Ronda. La cita sería el 27 de Marzo, la distancia 23,5km, la prueba "El Homenaje a La Legión por los 101km". Yo sabía que la dureza de La Serranía, el fenomenal ambiente deportivo y el encanto de la ciudad, serían el escenario ideal para un bautizo tan importante. O le entraba "el veneno en la sangre" en Ronda, o posiblemente acabaría siendo uno mas de los que atesoran esa estupida frase que reza "correr es de cobardes".

Pues con una meta en el horizonte comenzamos a trabajar. Yo me comprometí a dedicarle los domingos por la mañana, no me importaba madrugar un dia mas, ya que los sabados salgo a entrenar con mis compañeros de equipo. Pero la cosa no funcionó, se acostaba tarde los sabados, salían con otros matrimónios a cenar y tomar unas copas, y claro está, a la primera cuesta se le venía el mundo encima. Así que cambié el plan, yo sacrificaría mi entrenamiento del sabado para acompañarlo a el, así el podría seguir su rutina.
Comenzamos por 10km, despues de unas semanas pasamos a 15km, luego llegaron los 18km y por fin 20km. La media la hacíamos a 6´30 min/km, bajar de ese ritmo lo lleva a tener que caminar para recuperar el pulso, dado que siempre he metido cuestas en el recorrido. Mientras, yo pasaba mis entrenos a los domingos o a veces comenzaba mas temprano para sumar kilómetros al total de la semana.
El comenzó a leer mi blog, a comprarse mallas, calcetines, etc. y yo veía que la cosa funcionaba, que la sangre se le empezaba a "infectar" de este nuestro virus.
Y pasaron los meses y llegó el dia señalado, hoy.



Así que esta mañana lo recogí en su portal, aún de noche, para viajar hacia Ronda. Como no puede ser de otra manera, estaba nervioso, con un pellizco en el estómago, ¿os suena? claro que si. Paramos a desayunar en una venta de carretera cercana a nuestra ciudad de destino, donde habían ya algunos corredores y familiares, se respiraba el ambiente. Y antes de pegar un solo bocado se fué disparado al vater, donde porsupuesto no había papel, ¿os suena?, pues claro que sí, es un clásico en nuestro deporte.

Llegamos a Ronda y fuímos a recoger los dorsales. El ambiente inigualable, calles cortadas para la carrera, cafeterias atestadas de deportistas, olor a café y a Reflex, saludos, abrazos, fotos, nervios, colas, en fin, algo estupendo.



Y mi hermano temblando, dice que es de frio, pero miente como un bellaco, ¿os suena? jeje.....¿frio? se llaman nervios chaval, y es lo normal en estos casos.
La liturgia del dorsal, la última meada y a la linea de salida. Saludos a diestro y siniestro, los amigos de siempre, los que pasaran a serlo, fotos con mis compis de equipo, abrazo a Emilio y a correr. Calle "La bola" hacia arriba, siguen los saludos, y salimos de Ronda para meternos en el campo. Corremos junto a Manolo "El Hielo" hasta el km 6, charlando sobre el Marathon des Sables y otras batallas, pero vamos forzando el ritmo a mi hermano, así que nos despedimos y nos acoplamos al plan preconcebido, llevar a Azarias hasta meta a una media de 6´30 min/km. Vamos muy animados, yo charlo con todo el mundo, ya me conoceis, saludando y bromeando con corredores, policias, las viejas que nos animan al paso, los niños, etc. Lo estoy pasando genial, me adelanto de vez en cuando para sacar alguna foto a mi hermano, y van pasando los kilómetros. Caminamos en las cuestas mas durillas y corremos todo lo demas. Mi hermano acusa el calor, en esto tambien nos parecemos, se ha abrigado demasiado y el sol se está cebando en el. A 7km de meta ya vamos pasando gente, algunos que ya van caminando y otros que apenas se mueven del sitio al correr, se habran pasado de ritmo al principio y ahora lo van pagando, ¿os suena? seguro que si.





Y como todo lo bueno tiene un final, llegamos a Ronda, apuramos las últimas cuestas y entramos en meta galopando, felices, él por lo que ha conseguido y yo por verlo disfrutar. El reloj se para en 2:34h, a una media de 6´33 min/km, casi bordado. Recogemos la bolsa del corredor y nos comemos el bocata que nos dá la organización, sentados frente al paisaje que nos ofrece la Serranía.
De vuelta a casa en el coche charlamos sobre lo vivido, mi hermano ya piensa en la próxima, ¿os suena? seguro que si. Me llama Emilio al movil para preguntar como le ha ido a mi hermano, y me cuenta que ha quedado segundo en la prueba de 45km, ¿os suena? pues seguro que sí, es a lo que nos tiene acostumbrados, este canijo ha nacido para correr, y para ganar, se lo merece.





Ahora solo queda esperar, ver si el veneno hace su efecto y mi hermano acampa en la jungla del correr. De momento ya le he lanzado otro guante, próximo objetivo: Maratón.

viernes, 25 de marzo de 2011

Gore-Tex Transalpine Run: Trailer 2011

Magnifica carrera, por lo que cuentan todos los amigos que han tenido el placer de participar. Paisajes impresionantes, excelente organización, gran ambiente.......habrá que probar algún dia.

sábado, 19 de marzo de 2011

Sebastien Chaigneau preparando la temporada.



Os dejo los primeros videos de este año 2011 de "Get Ready For", donde Sebastien Chaigneau ,y la marca deportiva The North Face, nos muestra sus planes de entrenamiento para competir en la TransGrancanaria, Lavaredo y Ultra Trail du Mont Blanc. Cuelgo los dos primeros episodios y el resumen de la TransGrancanaria 123km 2011.





jueves, 10 de marzo de 2011

SPARTATHLON




He tenido la ocasión de coincidir con Joan Compte un par de veces en mi vida, las dos en las 24h de Barcelona, y las dos veces lo he visto emocionarse al llegar al final de la prueba. Mi primera impresión fué: "este hombre es una buena persona", la segunda impresión fué la misma, y la tercera, y la cuarta.... Joan es una buena persona, siempre una sonrisa ,para cualquiera, a cada vuelta a la pista una palabra de ánimo, para quien sea. Joan disfruta de las 24h, de cabo a rabo, se le nota, Joan ha superado los 200km, las dos veces que hemos coincidido.
En 2009 nos comentó su deseo de correr la Spartathlon, su sueño tenía fecha, Septiembre de 2010, y en ese mismo instante pensé en silencio: "este tio lo consigue a la primera".

Os dejo la crónica que escribió Joan sobre su vivencia en la Spartathlon:



(En homenaje al capitán, mi capitán, Pau Oller)

Justificación

Me piden una crónica de una carrera. Me parece totalmente inútil que se muestre lo que he hecho como las hazañas de personajes como Puyol, Messi o Gasol. Pero si este texto hace que una sola persona vea conveniente y oportuno practicar actividad física (deporte individual o de equipo, caminatas, bolos o petanca) de forma moderada y constante cada semana, por favor, seguid leyendo.

Trasfondo

Hace 2500 años Herodoto se disponía a leer en público sus historias. En aquel tiempo, los veteranos de las guerras persas le escuchaban, de modo que si falseaba la verdad sería abucheado delante de todos. Y, entre otras crónicas, precisa una cuanto menos inquietante: “Fidípides, el hemeròdromo ateniense, fue enviado a Esparta a pedir ayuda. Y llegó a Esparta al día siguiente de haber partido de la ciudad de Atenas … ”

Que un militar, de profesión mensajero, pueda llegar a pie a una ciudad a unos 250 km. de distancia en un día y medio o dos es un hecho singular, casi insólito. En realidad, se consideró un mito hasta hace bien poco: en 1982 tres corredores comprobaron que era posible y desde el año siguiente se celebra una de las carreras a pie más agotadoras: la Spartathlon.

Incertidumbre

Este año participo en el Spartathlon. Me he preparado, a conciencia, durante 15 meses. La familia me ha ayudado incondicionalmente. Y hoy (y mañana) es el día de la verdad. Nos hemos conjurado bajo el acrópolis un grupo de 351 corredores. La claridad de la alborada empieza a vislumbrar hacia levante mientras nos movemos entre la emoción y la esperanza. Todos tienen el deseo de terminar, pero también sabemos que cada año sólo llegan al final un tercio escaso de los inscritos.

A las siete, con la salida, Atenas se paraliza. La ciudad que dos horas antes ya comienza a hervir, forma procesiones más allá de sus límites. Y todo el mundo contempla boquiabierto los tres centenares largos de insensatos que pretenden desafiar el calor, el cansancio, la sed, el dolor y el frío. Grecia permite este evento porque es un homenaje a los valores universales de esfuerzo, de superación y también de hermandad entre pueblos que perviven desde la antigüedad clásica. Grecia es, pues, la madre, y eso es un motivo de orgullo para ellos.

Pero ahora que tengo la cabeza clara, me invade una sensación de incertidumbre abrumadora. Es una distancia incógnita aunque con unas variables también desconocidas. Por lo tanto, hay que instaurar, con los compañeros de carrera, un ritmo suave, asequible, tan lento, que incluso cueste seguir.

Porque luego las fuerzas las tendremos que extraer incluso del aire y del sol, y de la frescura de la lluvia y las estrellas de la noche. A la dureza de esta prueba se añade el hecho de terminarla en menos de 36 horas. Y que en cada uno de los 75 controles, se sancionará la llegada con retraso con la salida de carrera: hacia “el autobús de los muertos” (unfinished).



La compañía del sol

Mantenemos un paso comedido recorriendo la costa tortuosa del Ática. Por encima de los astilleros de Skaramangas y hacia la ciudad de Megara, la frescura de la mañana nos empuja con más facilidad de la esperada: la meteorología nos obsequia con un día parcialmente nublado y el aire, que corre con nosotros, bastante benigno.

La gente griega es amable con nosotros y sacan botellas de agua fría que nos obsequian cordialmente. Pero empezamos a encontrar corredores ralentizando el paso, que avanzamos con facilidad. Al mediodía el sol pierde la clemencia y cae a plomo. Y bastantes corredores más caen con él. Los grupos de corredores se estiran y cada vez se encuentran más de descolgados que serán recogidos sin misericordia.

La región mítica

Nos acercamos al istmo por excelencia, el de Corinto y el pueblo de Isthmia. El canal es magnífico y las oscuras aguas verdes contrastan con los tonos ocres de las paredes excavadas a mano.

Primer gran control 81 km.: Me encuentro el americano del bigote charlando sentado. Me dice que se ha retirado en el km. 50 y me pregunta si he llegado corriendo. Al constestar afirmativamente él responde: “Going to Sparti will be a piece of cake for you” (Para ti, ir a Esparta será coser y cantar). En este punto pierdo la incertidumbre. Ya llevo unos 40 minutos de ventaja en el saco y me siento lleno de fuerza. Claro que faltan unos 160 km. pero cada paso me acerca más. Adelante, adelante. Mucha gente, en casa, me sigue las huellas y no quiero desilusionarlos. Dejamos la carretera principal y por la campiña nos acercamos a Corinto. En el control, mientras me nutro, observo el templo. Me fascina la proporción de los capiteles. Y al arrancar de nuevo, me hierve la paradoja: ¿por qué el templo de Corinto es de estilo dórico (y no corintio)?



Media carrera

No es tiempo de divagaciones y nos acercamos al km.100. El sol se prepara para ir a la cama y permite correr bien, pero las mismas piernas ponen freno.

Normalmente establezco una conversación con el cuerpo. Procuro escucharlo y darle lo que necesita. A cambio, yo le exijo, si no es desmesura. Las carreterillas van trepando por márgenes y el crepúsculo va desapareciendo para dar paso al manto negro de la noche. En la noche voy cazando luciérnagas (corredores con frontal) que caminan sin disimular. Mi paso es bueno y hago vía hasta Nemea. La ciudad del león se encuentra en la mitad de la carrera. Y efectivamente, habrá un antes y un después. Me parece que las piernas se merecen que les hagan un regalo y pido que un masajista haga su trabajo lo mejor sepa. Sé que parece suicida, pero al retomar el camino, las piernas lo agradecen. Poco después del pueblo se cumple el vaticinio: descarga un aguacero de proporciones descomunales. Entramos en uno de los pocos caminos de tierra y el agua baja a todo lo ancho, como un torrente. Los corredores se detienen o caminan. Yo procuro evitarlo y huyo hacia adelante, acompañado de un finlandés.

Lucha encarnizada

Ahora ya no valen las medias tintas. Entre él y yo hay una complicidad tácita. Estamos agotando las fuerzas, pero avanzamos corredores y, lo que es mejor, forzamos un paso de hierro. En un momento dado, el finlandés se va. Y me encuentro entre la oscuridad, en medio de ningún lugar.

Adelante, Tomoaki, adelante!

A los 150 km. el monte Parthenio nos observa desafiante. No hay que ceder, porque cada paso nuestro, mina la resistencia del gigante. Cazo otro corredor, Tomoaki, de Japón. Su paso, de desertor, no parece una buena compañía. Pero después de hablar con él, extraemos fuerzas de donde no hay y atacamos la falda y más tarde la cima.

¡Adelante Tomoaki! ¡Sin desmayo! ¡Tu estoicismo es invencible! ¡No te detengas! ¡Mira hasta dónde has llegado! ¡Adelante, adelante! Ambos lo podemos conseguir! ¡Solos no somos nada, pero juntos somos invencibles! ¡Es unidos que lo haremos! ¡No me dejes solo, Tomoaki!

Y él me sigue, obediente.

Poco más tarde, la cima nos sonríe, mientras nos muestra el camino de bajada.

Adiós, Tomoaki. Hasta siempre, Tomoaki!

Abajo en la aldea de Sangas él se queda para que le hagan un masaje. Yo le digo que seguiré adelante, pero que me lo llevaré en mi corazón. La chica del control se pone a llorar emocionada mientras se despiden los guerreros.

La llanura de Arcadia

He pasado página a la parte más complicada. Pero ahora tengo por delante, metafóricamente hablando, un desierto. Un desierto porque estoy solo, y todo depende de mí. Pero es de noche y el fresquito me reaviva. Al ser plano (ni subida ni bajada) los músculos no sufren, pero la energía se agota inexorablemente y paulatinamente. Los pueblos van pasando poco a poco, y el sol viene a encontrarme de nuevo.

¡Alerta! ¡Amenaza inminente!

He cuidado la nutrición, el descanso y el ritmo, y las piernas me responden mucho mejor de lo que podía haber esperado. Pero, de repente, una punzada en el muslo, sobre la rodilla, hace encender todas las señales de alarma. ¡No puede ser! ¡Todo va tan bien! ¿Qué hago? ¿Sigo? ¿Me paro?

Soy duro de pelar, y creo que puedo forzar el paso y seguir corriendo. Pero esto sería un riesgo y, lo que es más importante, una deslealtad para con mi cuerpo. Había un pacto de no forzar más allá de la zona de peligro. Observo el reloj: llevo casi una hora y cuarenta minutos de ventaja con el tiempo de eliminación. Soy radical: ¡A caminar a con todas mis fuerzas! En realidad llevo un paso de unos 6 km/h que me permite mantener aquel tiempo en cada control. ¡Si no pierdo la cabeza y mantengo el ritmo durante ocho horas más, lo habré conseguido! ¿Ocho horas más? ¡Debo de estar loco!



Donde Fidípides encontró al dios Pan

Y pasado Tegea (léase “Teyea”), retomamos las subidas, esta vez por carretera. Es una buena ocasión para observar el patrón automovilístico griego. Subiendo por estos cerros rocosos, la carretera serpentea haciendo giros constantes. Las autoridades han pintado doble raya continua y ha puesto tacos gruesos sobre ellas. Pues bien, en un momento dado un coche es adelantado por otros dos (tres coches en paralelo) mientras viene uno en sentido contrario. Tengo suerte y es lo suficientemente hábil para esquivarlos a ellos y a mí. No me extraña que haya tantos centenares de capillas junto a la carretera en recuerdo de los difuntos accidentados.
Y sigo solo, en el desierto del roquedal y con el tiempo que no acaba de transcurrir. Por suerte está medio nublado, aunque la piel nos recordará más adelante la acción de los rayos ultravioletas. ¡Qué calor! Ahora empiezo a dudar de que Fidípides encontrara el dios Pan. No será que cogió una pájara como un piano?

¡Esparta! ¡Hacia Esparta!


En la bruma de media tarde, el resol escalda. Pero Esparta se acerca -¿o soy yo?- sin paliativos. Mantengo el tiempo extra de ventaja. ¡Bien! Y como hasta Esparta es de bajada, intento correr un poco. ¡Uau! ¡Qué pinzada en el muslo! Tengo que volver a la marcha. Pero sin saltar mucho, mi paso se acelera y puedo correr. ¡Puedo correr otra vez!

Voy llegando: ya se ven las casas; atravieso por el puente sobre el río Evrotas; voy por la calle principal (¡que larga!) Y giro a derecha y derecha otra vez. Llevo casi dos horas de ventaja: corro más de lo que pensaba. Estoy en el paseo y unos muchachos en bicicleta me siguen hasta que los detiene un policía. En ese momento, un griterío ensordecedor me empuja hacia adelante. La emoción me embarga y las lágrimas no me dejan ver la estatua de Leónidas. Salto los escalones y me planto delante de ella. Pongo los cuatro dedos en el corazón, los beso y con ellos toco los pies de la estatua: ¡He llegado! ¡He completado la Spartathlon!




Epílogo

Y con ello se resumen 34 horas de lucha y 15 meses de preparación.

Alguien podría cuestionar: “¿Ha valido la pena, tanto esfuerzo?” Pues, en resumidas cuentas, yo tenía un reto delante de mí; me he esforzado, he reunido a un puñado de gente a mi alrededor; nos hemos conjurado para conseguir un objetivo, hemos superado un sinfín de dificultades y al final hemos logrado lo que nos proponíamos (y yo también).

¿Vosotros preferiríais sentaros en el sofá o bien lucharíais como guerreros?


"No sé mucho, y de pocas cosas. Por eso soy un maestrillo de escuela. Me gustaría terminar un reloj de madera que empecé. ¡Ah, sí! Corro. A veces menos (100 km), a veces más, (24 horas - 204 km - Spartathlon -245,3 km). Por pura necesidad mística: según como mi ángel de la guarda me acompaña, pero a veces me deja solo."

Trailer - Spartathlon 2009 from NGM Design on Vimeo.

viernes, 4 de marzo de 2011

Serge Girard: entrevista.




SERGE GIRARD "EL MARINO DE LOS CONTINENTES"

Tengo 54 años. Nací en París y vivo en Le Havre (Normandía). Soy corredor de ultrafondo: preparo la vuelta al mundo corriendo. Vivo con mi novia, Laurie, y tengo tres hijos, Incola (32), Thomas (17) y Sebastian (15). Veo a los políticos muy lejos de la gente. Soy católico

¿Su última carrera?

La TransEurasia, el año pasado: atravesé Europa y Asia de punta a punta.

¿De dónde a dónde?


De París a Tokio: corrí los 19.000 kilómetros que las separan.

¿En cuánto tiempo?

En 260 días y 18 horas. Sin descansar ningún día. Es el récord.

¿Cuántos kilómetros corría cada día?

De 70 a 80 kilómetros por día. Unos dos maratones diarios.

¿Cuál es la etapa más larga que ha corrido sin parar?


Una vez, entrenándome, corrí 200 kilómetros sin parar, durante 24 horas seguidas.

¿Cómo se queda el cuerpo?


Duele. Pero el cuerpo es lo de menos: no se trata de algo físico, sino mental. ¡Es la mente la que lleva al cuerpo! Una mente entrenada te reporta todo el bienestar necesario.



¿Cómo entrena la mente?

Con técnicas de sofrología. Es como tener una cómoda mental: abro un cajón y saco una foto de mis hijos; abro otro y hay un paisaje relajante; otro, hay un color... Busco, abro, visiono... y alcanzo una paz absoluta.

¿A qué velocidad corrió?

A 9 km/ hora, 20 millones de zancadas.

¿Qué comía?

Cada cuatro kilómetros, agua e hidratos de carbono: arroz, patatas, barritas energéticas…

¿Cómo dormía?

En una autocaravana, diez horas seguidas. ¡El sueño regenera las células!

¿Qué carreras había hecho antes?


He cruzado ya todos los continentes: en el 2004 hice la TransÁfrica; el 2001, la Trans-Sudamérica; en 1999, la TransAustralia; y en 1997, la TransUSA, mi primera carrera transcontinental, cuando tenía 44 años.

¿Y antes de eso, qué?

Nada. No corría. Yo era asesor financiero.

¿Y qué mosca le picó?

Cosas personales que prefiero no explicar.

¿No? ¿No puede explicarme nada?

Lo que importa saber es que tomé conciencia de que mi vida no me satisfacía, de que no era feliz. Y decidí darle un giro.

¿Había enterrado sus sueños?

De niño soñaba con dar la vuelta al mundo. ¡Nunca imaginé que lo haría corriendo, ja!

¿Por qué se dedicó a las finanzas?

Yo creía que la felicidad estaba en el dinero y el lujo. ¡Viví 40 años equivocado! Hoy sé que la felicidad está en la sencillez.



¿Ha cambiado mucho su vida?

Ahora soy muy feliz. Cada mañana me despierto y pienso: "Qué suerte, ¡ahora voy a correr!". Y así he descubierto la hermosura del mundo y lo hermosa que es la gente.

¿Y corriendo se descubre eso?

Pues sí, sí... Correr tanto tiempo modifica la química cerebral, y todas las percepciones, sentimientos y emociones se te agudizan.

¿Cuál es su mejor recuerdo?

En África, por el calor, empezaba a correr a las tres de la madrugada, hasta el mediodía. La noche africana es tan sensual... Los olores, los sonidos, el primer rayo de sol, su primera chispa... ¡Es un grandioso placer!

¿Tiene ocasión de trabar amistades?

Un pastor somalí me dijo un amanecer: "Buenos días, ¿cómo está la familia?". Fue tan sencillo, tan verdadero, tan intenso... Duró un segundo ¡y siempre irá conmigo!

¿Qué momento ha sido el más duro?

Los 55 º C en el desierto de Australia. Me puse guantes, me cubrí toda la superficie de la piel para no tener quemaduras.

Le habrá pasado de todo...

He corrido a 4.800 metros de altitud, en los Andes, y lo peor fue descender al Amazonas: ¡millones de mosquitos me comieron durante cuatro días! Aquí de nuevo tuve que cubrirme todo el cuerpo...

¿Alguna vez ha pensado: "Abandono"?

Nunca.



¿Qué le dicen sus hijos?

Están orgullosos.

¿A qué corredor admira más?

Al etíope Haile Gebrselassie, ¡porque siempre sonríe! No comprendo a los atletas enfadados. Siempre pienso: "Si esto no te hace feliz, ¿por qué estás haciéndolo?".

¿Corre usted solo?

Sí. A veces se me une alguien, un ratito. Bueno, una vez corrió cinco días seguidos conmigo un chino, en medio de China.

¿Se entendían?

He descubierto que todos los seres humanos nos entendemos sin necesidad de saber idiomas. ¡He descubierto que el planeta está lleno de gente sencilla y buena!

¿Qué más ha descubierto?

Que lo que consigues sin esfuerzo no vale nada. El esfuerzo insufla valor a todo. Sin reto, sin emoción, nada tiene gracia.

¿Cuál es su próximo reto?

El año que viene empiezo la vuelta al mundo corriendo.

¿Al mundo? ¿Ya ha aprendido a correr sobre las aguas?

¡Aún no! De Australia a Chile tomaré un avión, para llegar más o menos a la misma hora del mismo día en que despegué, de modo que no dejaré de correr ni un día.

¿En cuántos circundará este planeta?

En 500 días, a 80 kilómetros al día: 40.000 kilómetros, ¡como correr mil maratones!

¿Qué será lo peor?

La línea de llegada. Significará que todo ha terminado. El día más feliz será el de la partida. ¡Sueño con ella cada noche!

Pero Serge: tanto correr... ¿para qué?

Para medirme conmigo mismo.


Mide 1,77, pesa 60 kilos, luce buen color de piel y un aspecto jovial, siempre sonriente. Se lanzó a cruzar continentes a los 44 años, y sigue corriendo. Se define como "navegante de costa a costa de un océano de tierra", y afirma que correr le ha expiado, purificado, y que ahora cree en Dios. Habla con suavidad y convicción, y su determinación resulta muy estimulante. Corre como podía haber hecho otra cosa, pero resalta que ha descubierto que "el máximo éxito es el autodominio". Ha estado en la Expo Marató de Barcelona, donde ha presentado su próximo reto como corredor de ultrafondo, patrocinado por Mizuno. Le pregunto si sueña durante sus travesías, y resulta que sí: "Sueño con embutidos".


jueves, 3 de marzo de 2011

Transgrancanaria 2011 (4,5 y 6 de Marzo)



Corredores destacados del panorama internacional aterrizarán en Gran Canaria para participar en la Transgrancanaria, una prueba que aumenta su prestigio en cada nueva edición Cuando la Transgrancanaria echó a andar, en el año 2003, lo hizo con 65 participantes; en la The Norte Face® Transgrancanaria 2011 serán 1.400. Este crecimiento meteórico también se traduce en el nivel de sus participantes. Cada año se incorporan a la prueba destacados corredores del panorama internacional con currículos de excepción que contribuyen a potenciar el prestigio de la prueba y a que su nombre aparezca en los distintos rincones del planeta.



Entre las filas de la Transgrancanaria 2011, se encuentran corredores de todo tipo y condición, porque esta prueba conserva su filosofía del primer día de hacer partícipes a todos de la aventura, pero si se trata de destacar a auténticas estrellas de las carreras por montaña, en esta ocasión el cartel es todo un lujo.



El francés Sebastien Chaigneau, miembro del equipo The North Face® Endurance, se ha establecido rápidamente como uno de los mejores corredores de ultra trail del mundo. Ha sido vencedor de la Lybian Challenge en tres ocasiones (2007, 2008 y 2009), vencedor del Grand Raid du Mercantour en dos ocasiones (2007 y 2009) y también en 2009 fue segundo en una de las pruebas más prestigiosas del mundo, el Ultra Trail del Mont Blanc (UTMB).

Lizzy Hawker, campeona femenina de la Transgrancanaria 123 km. en 2010, regresa esta año a Gran Canaria con la misma determinación. La corredora inglesa, polivalente, también pertenece al equipo de The North Face®, se ha convertido en un referente mundial en las carreras de larga distancia de todo tipo y suele estar en los puestos de cabeza en las ultras más prestigiosas. Ganó la Ultra Trail del Mont Blanc en 2005 y en 2008 y fue segunda en 2009.



Otra de las estrellas del equipo de The North Face® es Zigor Iturrieta, el primer español en el equipo. Este corredor vasco empezó a correr por montaña hace apenas tres años, pero en 2010 ya consiguió colarse en el podio de la Ultra Trail del Mont Blanc en el tercer puesto.

Otro corredor destacado que participa en la Transgrancanaria 2011 es el vasco Iker Karrera Aramburu, que fue miembro de la selección vasca de carreras por montaña. A nivel nacional, el año pasado se hizo con el primer puesto en el Costa Brava Xtream, en Carros de Foc y en el Ultra Trail de Rialp; y consiguió el tercer puesto en la carrera Cavalls del Vent.

Nerea Martínez conoce bien Gran Canaria. El año pasado fue segunda en la Transgrancanaria 123 km. por detrás de Hawker y este año vuelve a competir. Lleva desde los nueve años dedicada al deportes, primero como nadadora, después como triatleta y ahora como una de las españolas referentes a nivel nacional e internacional de las carreras por montaña.




Vicente Capitán, triple campeón de España de carreras de montaña, participa este año por primera vez en la Transgrancanaria. En el 2005 fue subcampeón en la Copa del Mundo de Carreras de Montaña y en 2006 quedó segundo. En 2008 fue subcampeón de Europa por equipos con la selección española y en 2010 alcanzó el bronce en el Europeo por equipos. Fue además campeón de Europa Veterano de Carreras de Montaña en 2010.

Otro francés a destacar es Antoine Guillon, que llega a Gran Canaria para complicar aún más las cosas a la hora de decidir el podio. Guillon fue quinto en el Ultra Trail del Mont Blanc en el 2010. También el año pasado se hizo con el primer puesto en el Raid Internacional de Cro-Magnon y fue segundo en el Raid de la Isla Reunión.

Los húngaros Németh Csaba y Oliver Lorincz son también candidatos para luchar por los primeros puestos. En 2010, Németh Csaba fue séptimo en la Ultra Trail del Mont Blanc y fue el vencedor de la TNF Lavaredo mientras Oliver Lorincz fue sexto en la 6000D Ultra y décimo en TNF Lavaredo.

Otra figura destacada que se estrena en la Transgrancanaria es Tom Owen, vencedor en 2009 de la Gore-Tex Transalpine.

EL PROTAGONISMO CANARIO

Junto a las referencias internacionales no faltan corredores canarios que cada año se cuelan entre los primeros puestos del podio. Entre ellos destacan los nombres de Alejandro Tejero y Gilberto Molina (cuarto y octavo, respectivamente, en la 123 km. del año pasado), Francisco López Mendoza (segundo en la Sur-Norte del año pasado), Miguel Ángel Valderas (cuarto en la Sur-Norte del año pasado), José Carlos Monteiro (undécimo clasificado en la Sur-Norte 2010), o el de la corredora Laura Barrera (segunda clasificada en la Sur-Norte de 2010).





Fuente: www.transgrancanaria.net