jueves, 26 de mayo de 2011

Pierra Menta: Impresionante!!



La competición transcurre en pleno corazón del Beaufortain, frente a los macizos de la Vanoise, de Aravis y del Mont- Blanc; en equipos formados por dos participantes y durante 4 días, a un ritmo de 3 a 6 horas de carrera diarias.
Más de 200 cordadas deberán escalar 10.000 metros de desnivel positivo, salvar unas quince cañadas, subir y bajar por corredores muy empinados, y proseguir a lo largo de crestas vertiginosas.

Los grandes nombres del esquí-alpinismo acuden cada año para enfrentarse en esta mítica carrera. Así es como los franceses Sbalbi, Perrier, Buffet, Gachet, Roux; los italianos Brunod, Reichegger, Trento, Eydallin y Martinelli / Pedranzini, el suizo Troillet y el español Kilian Journet Burgada, luchan cada año por el podio. Asimismo, numerosos equipos de aficionados se alinean en la salida.
Gran victoria, pequeños escollos, y a veces lo contrario, cuestas interminables, emociones extraordinarias. Todos estos equipos están dispuestos a vivir 4 intensos y extremos días de carrera, en cuya meta está su sueño.

Pese a que su estreno en la 26ª Pierra Menta no fue tan exitoso como Kilian Jornet se esperaba, a partir de la segunda etapa, el atleta de Atomic, formando pareja con el francés Didier Blanc, ha estado sensacional. Ha cuajado una actuación muy regular y de gran nivel, que le ha servido para adjudicarse su tercera Pierra Menta, algo que ha conseguido tras un tercer puesto, dos victorias y un segundo lugar.



26º Pierra Menta.

Clasificación masculina

1 BLANC Didier / JORNET BURGADA Kilian
2 GIACOMELLI Guido / HOLZKNECHT Lorenzo
3 EYDALLIN Matteo / TRENTO Denis ITA
4 BON MARDIO William / ANTHAMATTEN Martin

Clasificación femenina


1 ROUX Laetitia / MIRO Mireia
2 PEDRANZINI Roberta / MARTINELLI Francesca
3 TROILLET Marie / MAGNENAT Gabrielle
4 BESSEHINI Laura / ROSSI Raffaella
5 RICHARD Mireille / VALMASSOI Martina (ESPOIR)
6 ZUBIZARRETA Izaskun / RIBA CARLOS Marta



Pierra-Menta_2011 por migooprod

Fuentes: Desnivel.com y Barrabes.com

domingo, 22 de mayo de 2011

6000 D


La 6000D, que se disputa en La Plagne, es una carrera dura, de 65 kilómetros de distancia y 4000 metros de desnivel positivo ,entre el pueblo de Aime (694 m) y el glaciar de Bellecote (3.050 m). El tiempo límite para completar la distancia son 11 horas, y la fecha de la próxima edición es el fin de semana del 30 y 31 de Julio. Por si alguien está interesado ,ya está abierto el plazo de inscripción. Os dejo un video de los que ponen los dientes largos.


Attitudes 218 6000d por migooprod

Mas información en www.la6000d.com

Documental Kilian Jornet y sus retos.

Os dejo este documental de 52 minutos de duración basado en los diferentes episodios de Kilian´s Quest.


Attitudes 200 Killian quest part1 por migooprod

Attitudes 201 Killian quest part2 por migooprod

martes, 10 de mayo de 2011

101km de Ronda 2011



Escribo esto mientras aún me duelen las piernas, antes de que el tiempo difumine los sentimientos y anestesie las sensaciones vividas este pasado fin de semana en los 101km de Ronda.
He perdido tres kilos, no estoy cómodo al dormir, y siento un hambre atroz. Son secuelas necesarias para sentarse al teclado y desparramar lo que ha significado este centenar de kilómetros para un sencillo mortal.

Retrocedo en el tiempo hasta el día en que mis compañeros de equipo proponen participar nuevamente en los 101, pero esta vez en la modalidad de marcha por equipos. Mi respuesta es negativa, quiero centrarme en otra prueba y no distraer mi atención con un objetivo intermedio. Pero unas semanas mas tarde me veo cediendo ante la insistencia e interés de mis compañeros.
El día diez de Enero, pasadas ya las Navidades, me pongo en marcha con un plan de entrenamiento específico para pruebas de 100km. Correr en equipo, junto a estos “tipos”, exige llegar en la mejor forma posible, y tengo cuatro meses para ello.

Vuela el tiempo, y me veo sentado bajo la fina lluvia en el tartan del campo de futbol municipal de Ronda. Falta una hora para que den la salida, y el cielo gris me tranquiliza bastante.
Manolo, Javi, Alonso y Paco, ya saben que a mi el calor se me atraganta al correr, y que prefiero mil veces un grado menos que un grado mas.



¡Suerte Emilio! ¡Suerte Luz! ¡Suerte Misael! ¡Suerte a todos!…..y unos segundos después ya estamos corriendo calle abajo, buscando salir de Ronda y encarando las primeras cuestas.
Lo difícil de correr en equipo es lograr hacerlo a un ritmo al alcance de todos, y hacerlo durante 100km no es nada fácil.
Mi temor es ser arrastrado por la euforia, por la facilidad de los primeros treinta o cuarenta kilómetros, y luego ver como el barco se hunde sin poder hacer nada para evitarlo.
Vamos demasiado en silencio, con demasiada tensión, pasando el kilómetro treinta en algo menos de tres horas. Pasamos por Arriate para encarar la primera cuesta “seria” del recorrido, la que llamamos “de los cochinos”, y la cosa marcha bien. Tenemos el Sol sobre nuestras cabezas, pero el viento aplaca su efecto demoledor, no hace el calor de otros años y eso es de agradecer.
Pasado el primer maratón comienzo a tener problemas. Me empiezan a pesar las piernas y me da el flato cada dos por tres. Me jode una barbaridad hacer de lastre para los demás, e intento no hacerme notar demasiado. Pasamos el kilómetro cincuenta en cinco horas y media.



El resto del equipo parece llevarlo genial, Alonso tira primero, Paco y Javi van detrás, y Manolo me acompaña para que no me quede atrás.
Llego a Setenil tocado, y tengo que caminar. Me obligo a comer algo sólido, el pan se me hace bola en la boca y me cuesta tragar, así que lo empujo con Cocacola para aligerar el proceso y no hacer perder mas tiempo al equipo.
Las cuestas se suceden, y ya vamos pasando a otros equipos, no es fácil llegar hasta aquí sin que alguno diga ¡basta!
Por si no tenía bastante, ahora los gemelos se me acalambran en las bajadas, y me cuesta mantener el ritmo de los demás. Ya hace rato que dejé de divertirme, ahora hago “de tripas corazón” para no parar la locomotora en la que se ha transformado mi equipo. Constantes, siguiendo la vía que lleva hasta meta, con la mente clara y positiva. Levanto la cabeza, trago saliva y sigo tras ellos.
Salimos de Alcalá del Valle por otra cuesta de las que hay que recordar, y por fin, y gracias al cielo, bajando hacia el cuartel me empiezo a recuperar. Ha sido un calvario de unos cuarenta kilómetros, lo he pasado fatal, pero ahora vuelvo a pensar en positivo y las piernas vuelven a funcionar.

Mientras esto sucede, nuestro compañero Emilio pelea en los puestos de cabeza. El ya sabe lo que es subir al podium en esta carrera. Después de 9 horas y pico cruza la meta, en quinta posición, algo que el no asimila de buen agrado, pero que para el resto de los mortales que seguimos en carrera, sería un sueño.







Llegando al cuartel damos caza al equipo de La Legión, van un poco tocados, pero mientras nosotros paramos a comer algo, ellos pasan de largo sin parar.
Un poco de sopa y medio perrito caliente es lo que logro asimilar. Recargo agua y salimos del cuartel camino a la ermita de Montejaque. La subida, como siempre, es bastante jodida, teniendo en cuenta los 80 kilómetros que llevamos ya en las piernas.
Ahora le toca a Javi pasarlo mal, se le atraganta la subida, y Manolo , al igual que conmigo, ejerce de samaritano y acude a acompañar a Javi por si le puede ayudar.
Es la primera vez que subo y bajo de la ermita con luz solar. Hasta este punto , todos los años, he llegado ya de noche, así que me siento eufórico, me olvido del dolor de piernas, me siento vivo y muy cerca de la meta. ¡Ya huele a cerveza! exclamo en voz alta, Y la locomotora no para de trabajar, en fila india, corriendo. Pasamos por Montejaque, camino de la Cueva del Gato, y el asfalto se torna camino, y el camino se torna barro, y el barro se traga una de mis zapatillas. Lucho para recuperar mi herradura, con el pié metido en el barro, en la oscuridad del sendero, y por fin la recupero.

Ahora peleamos un puesto con un equipo formado por miembros de un cuerpo de operaciones especiales. Quien piense que a estas alturas nos puede pisotear se equivoca. Llegando al último control antes de meta, los dejamos atrás, y nos dirigimos hacia la última “tachuela” de esta correosa carrera. La cuesta del Cachondeo nos ve llegar, con Paco castigado por las ampollas, pero dispuesto a pelear hasta el final.
Rampa tras rampa, mirando el suelo empedrado, apretando los dientes, tirando de cuadriceps y de voluntad. La piedra se vuelve asfalto, el de las calles de Ronda, que durante mil metros siente el golpeteo de cinco pares de zapatillas polvorientas, machacadas, imparables. Juntos cruzamos la meta, después de 12 horas y 50 minutos, satisfechos, orgullosos, felices de haberlo hecho juntos, como amigos, como compañeros, como un autentico equipo que sabe cuidar del que tiene a su lado, que sabe valorar el trabajo de los demás , la labor del que tira del grupo, del que anima a los demás, del que da todo lo que tiene con tal de no fracasar.
Y así, como el equipo que somos, subimos al podium el domingo, levantando el trofeo al tercer equipo civil en cruzar la meta, la meta entre las metas, la que un día, hace unos años, nos vio nacer como futuros corredores de ultrafondo, y que hoy nos da la recompensa al esfuerzo y al afán de superación, a gente que, como yo, un día tardamos mas de veinte horas en recorrer el mismo camino.

Gracias a La Legión por hacer posible que llegara este día, de corazón.










Video resumen de la prueba. Se centra en los ciclistas, pero se ve la llegada de Emilio a meta al final del video:

jueves, 5 de mayo de 2011

El héroe oficinista




Artículo sacado del diario ABC digital del pasado Martes dia 3 de Mayo de 2011, y escrito por David Álvarez.


El funcionario Yuki Kawauchi, corredor amateur, logra la mejor marca en maratón de Japón desde 2008 e irá al Mundial de Corea


Cuando el funcionario Yuki Kawauchi llegó el lunes 28 de febrero al instituto de Kasukabe (50 kilómetros al norte de Tokio) donde trabaja como administrativo, sus compañeros le recibieron con aplausos. Y los alumnos estaban muy contentos. Y había un grupo de periodistas esperándolo. Y él estaba muy cansado: «Había dormido muy poco», dice.

El día anterior había terminado en tercera posición el maratón de Tokio. Fue el primer japonés en cruzar la meta (2h08.37), con lo que ganaba un BMW. También fue más rápido que cualquier japonés desde 2008, con lo que automáticamente entraba en el equipo de su país para los mundiales de atletismo de este verano en Daegu (Corea del Sur). De ahí el cansancio, los aplausos y las sonrisas. Y los periodistas a la puerta.

No es fácil dar con él: Kawauchi, corredor aficionado de 23 años, vive fuera de las estructuras de los equipos y al margen de la federación. Se prepara sin entrenador dos horas por las mañanas y por la tarde trabaja otras ocho para el gobierno de la Prefectura de Saitama.

La federación no contaba con tener que enviar a alguien así al mundial. Tras los Juegos de Pekín creó un programa específico para maratonianos, que empezó a tambalearse ese domingo: «Kawauchi encuentra tiempo para entrenarse y se lo paga de su bolsillo —decía Yasushi Sakaguchi, responsable del programa—. En el equipo oficial hay muchos corredores perezosos. Deberían ser más humildes y hacer como él». El 4 de marzo, cuando Kawauchi era ya modelo de esfuerzo y éxito en Japón, se canceló el programa de maratonianos.

No le esperaba la federación, y no se esperaba él mismo: «Hacia la mitad de la carrera iba en el grupo de cabeza, y me preguntaba: “¿Es éste mi sitio?”». Después, alrededor del kilómetro 30, se descolgó y parecía que cada elemento regresaba pacíficamente a su lugar. Un keniano y un etíope en cabeza (Mekonnen y Biwott), seguidos del keniano Njui y el japonés Yoshinori Oda (equipo Toyota), que ya había representado a su país en medio maratón en los mundiales de 2004 y 2009. Lo normal. Pero no lo último.

«Yo había podido correr relajado hasta el kilómetro 34 —cuenta Kawauchi a ABC—, y aunque iba sufriendo, me quedaba algo de energía y fuerza espiritual». Cinco kilómetros más adelante vio a tiro a Oda y Njui: «Me pareció que habían bajado el ritmo y que podía superarlos si les adelantaba enseguida, aprovechando la bajada que venía». Les alcanzó al pie del repecho. «Iba sufriendo mucho», dice. Cerró los ojos, apretó los dientes, agachó la cabeza y aceleró cuesta arriba. Y siguió al bajar, mientras pensaba: «No quiero perder».

Al pie de la bajada, la calle se retorcía a la derecha, pero Kawauchi, aún sin abrir los ojos, siguió esprintando de frente, casi trastabillándose. Njui aprovechó para adelantarle de nuevo por el interior. Kawauchi, destrozado, se rehízo: «Me empujaban los gritos del público: “¡No te rindas!”». Apretó los dientes y recuperó el tercer puesto: «Quería cambiar, dejar de ser el chico que no es suficientemente fuerte; así que exprimí hasta el último resto de mis fuerzas». Se repetía: «No quiero perder».

En el avituallamiento del kilómetro 40 recogió la última botella de la bebida que le prepara el responsable de la cafetería del instituto, una mezcla de zumo de naranja, miel y zumo de limón.

Bebió, se echó un chorro sobre el cuello, tiró la botella y siguió. De allí al final, fue el más rápido de los participantes, 6 minutos 52 segundos. Casi todo ese trecho de 2.195 metros con los ojos cerrados. Corría sobre el filo de su propio límite, donde el dolor se transforma en algo extraño: «Justo antes de alcanzar esa situación extrema, corría en estado de euforia, lo que se llama el subidón del corredor». Así cruzó la cinta, se trompicó otros 16 pasos y se desplomó: «No podía seguir de pie. Por la deshidratación no sentía las manos ni las piernas, y me costaba respirar», dice.



Antes del de Tokio había corrido cinco maratones, y en cuatro había terminado en la enfermería. Sabía que iba a caer, pero pensaba: «Estoy haciendo mi mejor carrera». Y sí: rebajó casi cuatro minutos su marca del año anterior en Tokio, 2h12.36.

Por eso le esperaban los periodistas. También por eso, dos días después aparecieron allí el presidente de la federación de atletismo, Keisuke Sawaki, y un grupo de directivos. Habían estado llamándole desde el domingo, pero él, abrumado, había programado el teléfono para recibir solo llamadas de números que estuvieran en su agenda. Por eso fueron en persona. Querían asegurarse de que llegara en buenas condiciones al mundial. Le ofrecieron un representante que le gestionara la atención de los periodistas. Los funcionarios están sometidos a restricciones en su contacto con los medios. Todavía ahora las entrevistas debe autorizarlas la dirección del instituto.

También le ofrecieron un entrenador, hueco que en las carreras ocupa su hermano Koki, de 18 años, que se acredita como tal para ayudarle a llevar sus cosas y la bebida de la cafetería del instituto. Pero Kawauchi prefiere seguir solo: «Entrenarme por mi cuenta me da libertad, aunque tenga que asumir toda la responsabilidad. Pero con esa libertad, puedo disfrutar con otros corredores que piensan como yo, e ir a mi propio ritmo, sin presiones».

Los visitantes de la federación también querían que el instituto le pusiera más fácil prepararse liberándole de algo de trabajo. Pero tampoco quiere cambiar eso. Se está reservando varios días de vacaciones para ir a Daegu a correr el 4 de septiembre.

Prueba de esfuerzo



Este miercoles ,dia 4 de Mayo, nos desplazamos a San Fernando, al Centro de Medicina Deportiva de la Junta de Andalucía, para someternos a un examen médico con prueba de esfuerzo en cinta de correr. Nos realizaron un estudio antropométrico, un estudio de la huella plantar tanto estático como dinámico, estudio del aparato locomotor, un test sobre nutrición, un electrocardiograma, y por último una prueba de esfuerzo en cinta de correr.
La prueba me fué muy bien, sin ningún tipo de anomalía ni cardiopatía. La semana que viene me mandarán los resultados con los umbrales aeróbico y anaeróbico, el VO2 máximo, y las pautas para un mejor rendimiento.

Ahora, solo queda esperar a este Sabado para participar una vez mas en los 101km de Ronda, esta vez en la modalidad de equipos, junto a mis compañeros del equipo Alúa.