miércoles, 29 de mayo de 2013

Hombre contra Caballo


A menudo, las grandes gestas se fraguan en un bar, o en una cena, con una apuesta de por medio o un simple ¿que no hay güevos?
El mismisimo Iker Karrera, antes de ser conocido, reconoce que en una cena, alguien dijo ser capaz de subir y bajar del Txindoki (1346m) seis veces en 24 horas. Con una cena apostada nació el reto. Y mas tarde Iker fue capaz de subir y bajar once veces en 24 horas, que es el actual record.

Nota de última hora: mi amigo Jesus Eguimendia, que en su día entro al trapo y tuvo el record de siete subidas por dos años, me aclara que , cuando Iker se enteró de su record de siete subidas, se picó y lo dejó en once, pero que Patxi Caminos, vecino de Abaltzisketa, lo volvió a superar dejandolo en doce, que es el actual record. Ya haré una entrada mas extensa sobre este record del Txindoki.

De una discusión en un bar, entre pintas de cerveza, y de la posterior apuesta nació en Gales la carrera "Man vs Horse Marathon". Los tipos discutían sobre quien ganaría en una hipotética carrera de hombre contra caballo por terreno montañoso. Así nació la carrera en 1980, y desde entonces, cada mes de Junio, hombre y caballo se enfrentan en un duelo de 35km en la ciudad galesa de Llanwrtyd Wells.
Pero costó 25 años que un hombre ganara a un caballo, cuando en 2004, Huw Lobb, invirtiera en llegar a meta 2 horas 5 minutos, , y se embolsara el premio de 25.000 libras que había estado creciendo a razón de 1000 libras cada año desde 1980.
Tres años mas tarde, en 2007, el alemán Florian Holzinger, volvió a repetir la gesta ganando a los caballos.




En EEUU, existe una prueba similar a esta llamada "Man Against Horse", en Prescott (Arizona). En ella se enfrentan hombre y caballo sobre una distancia de 50 millas (80 kilómetros) por terreno montañoso, y con un clima muy variante ,que puede deparar altas temperaturas o por el contrario alguna nevada. La prueba nació en 1983, y en todos estos años, el hombre ha vencido al caballo en varias ocasiones.

Ya en 1974, Gordy Ainsleigh demostró, no solo que podía igualar a los caballos en una prueba de 100 millas (160km) sino que incluso logró superar a varios de ellos. Ya dejé en el blog la crónica de Gordy sobre aquel histórico día, en esta entrada: "Inventando las carreras de 100 millas" .

El hombre no supera en velocidad punta al mundo animal, pero si que está mas adaptado para correr largas distancias, sobre todo en condiciones de calor y cuando el terreno le es favorable


domingo, 19 de mayo de 2013

Lágrimas




 Recuerdo que, en 2007, nos inscribimos en una travesía por Sierra Nevada, desde Trevelez hasta La Zúbia. Aunque corría el mes de Junio, había bastante nieve y muchos de los caminos habituales estaban tapados, con hielo en algunos sitios, y su consiguiente peligro.
Estaba organizada por el grupo de montaña "Al borde de lo inconcebible" (menudo nombrecito, pensé yo..), que avisaba en el formulario de inscripción sobre la dureza del recorrido, el reglamento, ritmos de marcha ,material,etc.
Cualquiera que conozca la subida desde Trevelez hasta el Alto del Chorrillo, reconocerá que tiene su dureza. Se ganan 1250 metros de desnivel en 8 kilómetros, y se pasa desde los 1440 metros de Trevelez hasta los 2690 metros sobre el nivel del mar.......para luego seguir subiendo. Tan solo este tramo, que era el comienzo de la travesía, ya exige una condición física aceptable por parte del participante......y surgió el problema.
El grupo se estiró demasiado, hacía frío, y cada dos por tres había que parar para esperar a los rezagados. Era de madrugada, y a esa altitud ya se sabe que esas paradas hacen que el sudor se enfríe y se acabe pasando frío. Así que empezaron los cabreos.
Llegando a los Altos, fue amaneciendo, y en esa zona, como se puede acceder con vehículo, la organización decidió retirar a algunos de los participantes por ser evidente que no estaban a la altura del reto en cuestión. Algunos aceptaron la decisión, asumiendo su falta de preparación, pero una chica se puso un poco "brava".....y decidieron dejarla continuar.
Pero pronto se arrepintieron, porque la chica era incapaz de seguir el ritmo del grupo, y su soltura en las zonas complicadas dejaba mucho que desear. Hablaron con ella para que se diera la vuelta junto con un miembro de la organización, hasta la zona de escape, para ser retirada por un vehículo, pero ella no paraba de discutir y de decir: - Dejadme tranquila, que yo sigo a mi ritmo.... (terca como una mula).
Al final consiguieron retirarla, con el consiguiente enfado, pero hicieron lo correcto, porque aquel recorrido jamas lo hubiera completado.


Copio este fragmento escrito por Quico Soler (quien fuera en 2001 campeón de Europa de Skyrunning), y que aparecía en la revista Trail en Julio de 2011 bajo el título "Lágrimas".

La semana pasada, en el maratón de montaña de Berga, fui testigo de otra versión de llanto que me proporcionó la inspiración para el presente artículo. Después de ver el paso de los corredores bajo la imponente mola rocosa de Gallina Pelada, nos trasladamos a Corbera para animarles en la última parte del recorrido, y al pasar por los Rasos de Peguera nos encontramos, fuera del recorrido y ya en la carretera asfaltada que baja hacia Berga, una corredora que iba andando.

 Paramos el coche para bajarla, pasé al asiento de atrás del coche y ella subió delante. Nos contó, indignadísima, que en el control no la habían dejado continuar (claro, era el primer control de paso, en el primer tercio de la carrera, y ya iba 20 minutos fuera detiempo) y que, además, no la trasladaban a Berga en coche hasta que no hubiera más gente retirada.


 Lloró de rabia y de indignación, despotricó de las carreras de montaña y dijo que en cuanto llegara a casa lo primero que haría sería anular la inscripción que había hecho en el Ultratrail del Aneto. Pensé que era lo único sensato que había dicho desde que la recogimos.

Me abstuve de darle a conocer mi punto de vista, pero uno ha de ser consecuente con los retos que voluntariamente asume, y si estos están por encima de sus posibilidades, no es lícito que cargue contra los organizadores ni el entorno. Si nuestro estimado deporte está de moda y una persona que no ha pisado nunca una piedra resbaladiza, se cree que con subir media docena de veces a la loma que tiene al lado de su ciudad ya puede afrontar el maratón de Berga o el Ultratrail del Aneto, por nombrar estos que tenemos a mano, alguna cosa no cuadra.

Lo que queda claro, por muy fácil que algunos podamos tener la lágrima, es la ilegitimidad del llanto de aquella corredora.


Bueno, es un tema sobre el que ya he hablado antes, por ejemplo aquí , y sobre el que cada uno puede reflexionar y comentar ¿somos coherentes cuando elegimos un reto?
 

jueves, 16 de mayo de 2013

Salomon Field Tester


Bueno, pues hace unos meses un amigo me habló sobre esta iniciativa de la marca Salomon. Consiste en elegir una serie de bloggers, dedicados al trail running, para proporcionarles material de la marca, y una vez probado a fondo, verter sus conclusiones y opiniones sobre dicho material en sus respectivos blogs.
Pues como no tenía nada que perder, y mucho que ganar, decidí rellenar y enviar el formulario......y la suerte me sonrió.
Así que, desde hace un par de días, soy oficialmente un Salomon Field Tester para lo que queda de año 2013.
Veréis un logo oficial situado en la parte derecha del blog, en el cual podéis pinchar y ver el listado oficial de bloggers que componemos el grupo, y también  podéis rellenar el formulario para aspirar a Salomon Field Tester 2014.

Una vez que reciba el material, lo probaré a fondo en mi selva, y plasmaré aquí mis impresiones.

Un saludo a todos.

martes, 14 de mayo de 2013

Els Bastions Skyrace

En Septiembre de 2008, me escapé unos días a los Pirineos para participar en un Ultratrail. La carrera consistía en salir de Vernet les Bains, un pueblo de Francia, y recorrer unos 86kms por las montañas hasta llegar a Planoles, un pueblo de Gerona.
Originalmente, la prueba se iba a celebrar en Junio, pero se trasladó de fecha a causa de la nieve, y la imposibilidad de pasar por algunas partes del recorrido.
A mi me vino de perlas, puesto que en Junio participé en la Hiru Haundiak, en el Pais Vasco, y estaba buscando alternativas para esas fechas.
Con el resto de mis compañeros corriendo la C.C.C. en Chamonix, cogí el petate y me largué solito a hacer la cabra en Pirineos.

Salimos de Francia, por estrechos senderos de montaña, con un marcaje bastante deficitario, y al poco rato ya estábamos perdidos. Con todo los corredores reagrupados, telefoneando a la organización para recibir indicaciones....el tiempo corría.....y nos dijeron que los pastores franceses habían arrancado las marcas.
Llevando poco mas de un tercio del recorrido, el cielo se cerró, y comenzó a llover.....y a oscurecer....y con la cabeza de carrera camino al Puigmal (2913m), el punto mas alto del recorrido.
Los voluntarios situados en un refugio, avisaron de que las condiciones eran imposibles, con fuerte viento, tormenta eléctrica, y sensación térmica de -5 grados centígrados. Así que la carrera se suspendió, y nos vimos agolpados en un pequeño merendero, en no se que pueblecito de Francia, de noche, bajo la lluvia.
Imaginaos el caos para contratar unos autobuses un sábado por la noche, para que vengan a buscarte a un pueblo de montaña de Francia......por unas carreteras de infarto.....estrechísimas......con unos cortados para echarse a llorar....con niebla y lluvia....en fin, una odisea.

Tras unas horas, logramos salir de allí, y fin de la historia.....por lo menos para los demás. Y digo para los demás, porque a mi me quedaban un par de días de estar allí, dado que tenía el vuelo de regreso acorde a los cálculos de haber terminado la carrera al día siguiente.
El resto de corredores, catalanes el 95%, se fueron en sus coches particulares, o en tren ,de vuelta a casa.
Así que, a la mañana siguiente, solo y sin nada que hacer, me levanté temprano, me asomé a la ventana de mi habitación, y al ver el cielo despejado, me puse la ropa "de faena" , y me marché a dar una vuelta, con la intención de subirme al Puigmal.
Pasé un día cojonudo, solo, disfrutando del sendero que lleva hasta el Vall de Nuria, y de la subida y bajada del Puigmal, con un paisaje increíble.




Pues hace unos días, ojeando internet, me metí en la web de una prueba que había escuchado un par de veces, pero que no tenía ni idea de donde se desarrollaba, y para mi sorpresa, descubrí que se trataba de una vuelta por la Vall de Ribes.
Conociendo el entorno, las cifras, y las alturas por donde se mueve, no puedo dejar de pensar en participar en "Els Bastions", y de recomendarla a cualquiera que le gusten las pruebas cañeras por montaña. Así que, de momento, la pongo en mi lista de candidatas para el año que viene.
El único "pero" que le puedo poner, es la incertidumbre del clima, que en esa zona, y a esa altura, se te puede "enmarronar" en un abrir y cerrar de ojos.



Ultra Els Bastions®

Descripción:

Vuelta completa a la Vall de Ribes de 90Km y 6.000m de desnivel positivo y 6.000m de desnivel negativo que permite coronar las cimas más representativas del valle. Entre otros bastiones de paso destacar la Covil, Emperadora, Puigmal, Finestrelles, Eina, Noufonts, Noucreus, Balandrau y Taga.
Se trata de una carrera exigente que pone a prueba la resisténcia física y mental de los corredores, que tienen que correr la mayor parte del tiempo cerca de la cota 2.000.
La altura media de la prueba es de 1.900m y se consigue la cota máxima en la cima del Puigmal (2.913m).
La salida será en el Pabellón Municipal de Ribes de Freser a las 06:30h del Sábado 01 de Junio del 2013 y se acabará en el mismo punto.
Limite de tiempo 24h.






Trail Els Bastions®

Descripción:

Carrera de 52Km y 3.000m de desnivel positivo y 4.300m de desnivel negativo que recorre el último tramo de la Ultra y por tanto corona las cimas más altas de la Vall de Ribes, el Puigmal, Finestrelles, Eina, Noufonts, Noucreus, Balandrau y Taga.
Se trata de una carrera ideal para los que quieren iniciarse a las pruebas de larga distáncia o quieran probarse antes de hacer la prueba reina.
La altura media de la prueba es de 2.100m y se consigue la cota máxima en la cima del Puigmal (2.913m).
La salida será en Núria a les 10:30h del Sábado 01 de Junio del 2013 y la llegada será en el Pabellón Municipal de Ribes de Freser.
Limite de tiempo 20h.


Toda la información pinchando aquí



viernes, 3 de mayo de 2013

ELTZIAR



Si digo "Eltziar", apenas un puñado de amigos sabrán de quien voy a hablar, pero si digo Paco Contreras hijo, rápidamente la masa cerebral de gran cantidad de corredores asociarán este a "el hijo de Super Paco".

Hace ya unos años que conozco a Paco "Eltziar". La primera vez que lo vi ya fue anecdótica. Recuerdo que estábamos cuatro o cinco corredores perdidos en la Sierra de Tejeda y Almijara. Tras una travesía de resistencia de la Copa Andaluza, allá por el año 2006, se celebró una carrera sin señalización, y la explicación del recorrido no fue del todo clara.  Así que nos vimos perdidos por el monte, discutiendo sobre la dirección correcta, con la noche apunto de caer.
A lo lejos, en una carretera sobre nosotros vimos un vehículo de la organización, y comenzamos a armar jaleo con los silbatos de emergencia para llamar su atención.....y conseguimos que nos vieran.
Conseguimos llegar hasta la furgoneta en cuestión, y entonces apareció Paco. Los de la organización nos ofrecieron sacarnos de allí y llevarnos a la meta en el pueblo, pero Paco les pidió un mapa de la zona y decidimos seguirle y salir de allí por nuestros propios pies. Así que Paco, mapa en mano, nos sacó de allí, y logramos cruzar la meta después de un largo día.

Nuestro segundo encuentro fue también anecdótico. Yo estaba en Chamonix, la víspera del UTMB 2006, y bajé del apartamento para ir a comprar algo. Entonces vi una cara conocida en la puerta de una farmacia. Paco estaba allí, con una gran mochila, pues llevaba varios días pateando por Los Alpes en solitario. Me acerqué a hablar con el, y me contó que iba a entrar a comprar a la farmacia para curarse una herida. Así que le dije que subiera a curarse al apartamento donde estábamos alojados varios andaluces, y casualmente había varios de mis compañeros que eran viejos conocidos suyos.

A partir de ahí, coincidimos en un montón de entrenamientos y carreras, tanto él, como su padre.




Eltziar es de ese tipo de persona que transmite serenidad, y que sabes que nunca te va a dejar tirado. He tenido la fortuna de compartir muchas horas de charla con el, tragando polvo......o unas cuantas cervezas.
Siempre cuento de el, que es el ultrafondista por antonomasia. Si buscas "resistencia" en una enciclopedia, debería aparecer su foto.
Cuando lo ves correr, es pura economía, un ritmo fácil, cómodo, pero inagotable. Corriendo a su lado durante horas, acabaras pasando a corredores a priori mas rápidos y fuertes. Cuando ellos apenas pueden ya caminar, Paco los pasa con ese trotecillo silencioso y humilde......pero demoledor......y siempre tiene una palabra de ánimo para el rebasado.
Sabes que no ganará la carrera, pero puedes tener la certeza de que la va a acabar......y mas entero que la mayoría.

Paco es el primer fan de su padre, y cuida de el y le acompaña en cada ultra trail. Siempre he pensado que podría hacer muy buenos puestos si no fuera porque se debe a su padre, aunque se que eso a el le importa poco.

Fruto de su espíritu inquieto, Eltziar ha completado y creado retos que van desde un mega triatlón a la "Carretera de la Muerte".

Hace unos años, se puso un traje de neopreno y se tiró a un lago a nadar, la víspera de los 101km de Ronda. Después de completar un puñado de kilómetros nadando, se subió a su bicicleta de montaña......y pedaleó toda la noche, a tiempo para llegar a la salida de los 101km de Ronda.....y completarlos corriendo.



Son cosas de las que te enteras "a toro pasado", porque Paco tiene otra virtud, y es que no se pasa la vida anunciando cada "pedo que se tira", como tanta gente que ves en las redes sociales. El va, lo hace, y luego lo cuenta a los amigos, sin esperar las palmaditas en la espalda, sino para compartir la misma aventura con alguno de nosotros la próxima vez.

Da igual que sea sobre el asfalto o sobre la montaña, el siempre quiere llegar un poco mas lejos, y fruto de esa inquietud surgió la Carretera de la Muerte, o lo que es lo mismo: correr desde Malaga hasta Almería por la antigua nacional 340, 210 kilómetros de una sola tirada.
Y para rizar el rizo, este mismo año 2013, ha doblado la apuesta y ha completado el recorrido de ida y vuelta junto a Mark Woolley: 420 kilómetros de una tacada.

Otra de sus hazañas, fruto de la mente de Mark , fue completar la "Nazarí 2.0", corriendo desde una playa de Málaga hasta la cima del pico Veleta, en Sierra Nevada, en pleno mes de Agosto, con temperaturas de 40 grados centígrados, un total de 203 kilómetros y 5000 metros de desnivel positivo.

Te pones a charlar con el y su mente no para de maquinar ideas nuevas.....recorridos invernales imposibles arrastrando una pulka.....o cruzar Andalucía de cabo a rabo uniendo GRs......cualquier cosa vale con tal de innovar y arrastrar tu cuerpo a la autodestrucción.

Su última incursión ha sido una toma de contacto con la corriente "minimalista" ,pero al mas puro estilo "Eltziar". Pero eso lo dejo que lo cuente el mismo en su relato de los hechos. Os aseguro que no tiene desperdicio:






El precedente. Llevaba tiempo rondando por mi cabeza hacer una carrera en  modo minimalista. Un año, dos, … quizás fue una recomendación literaria de Iván Vivo Gallardo, ultrarunner  y amigo,  hábil cronista de aventuras vividas en carne propia y ajena, en una delirante prueba de 24 horas dando vueltas tras vueltas a una pista deportiva hace ya más de 5 años en Barcelona,  la que sembró esa semilla en algún recoveco del cerebro en espera de la primavera que viera su germinación y mira por dónde ha sido en una de las pruebas de montaña más divertidas de cuantas al día de hoy se puede hacer por los alrededores de la geografía malagueña, la I trail Cara Los Tajos de Alhaurín,  donde por fin ha dado su fruto.

Llegamos un poco apurados, y eso que la carrera nos queda cerca de casa, pero ya se sabe que a  veces la confianza es mala consejera, con estas y apenas 20 minutos nos situamos delante de la mesa correspondiente para recoger el dorsal, acercarme al coche para dejar la ropa y cambiar de calzado. Por cierto, estaba todo tan bien organizado, autoridades, voluntarios y demás haciendo su trabajo que era todo espontáneo y natural

El calzado. Recuerdo perfectamente cuándo vi por primera vez las fivefingers, las zapatillas abanderadas en el movimiento minimalista que simulan la forma de un pie, fue en Chamonix y el precio de promoción era muy bajo comparado con el actual de unos 100 euros de media, la razón por la que no me animé fue puramente estética, me parecieron un poco frikies, más apropiadas para ir a una fiesta de disfraces que ir a correr por el monte con semejante invento. Como la idea es correr casi sin nada o con lo mínimo recordé que de joven mi padre y yo mismo habíamos  usado un calzado que podría entrar en esa denominación, se trataban de las tradicionales alpargatas, conocidas como “camiones”, en esencia se trataba de una suela de neumático y una tiras de cuero más o menos trabajadas para aguantar talón y empeine,  el caso era comprarlas porque no estaba seguro que eso fuese fácil, más teniendo en cuenta que hoy en día los campesinos también han optado por un calzado más apropiado para realizar las duras tareas  agrícolas, la solución me la dio un vecino de una barrida de Almogía conocida como los Moras. Pasaba por allí el verano pasado, cuando éste salía precisamente de la fuente donde bebo algo  cuando tiro por aquellos lares, ¡con unas camiones bajo sus pies! Me parecía estar soñando  pero lo mejor es que me dijo dónde podría encontrarlas, precisamente en Alhaurín donde ese calzado tradicional andaluz se denominaba “antoñicas”, y a un precio de escándalo, cuatro cafés o sea que ni regaladas.


La carrera. Hecha la compra y estrenadas en un par de salidas, andando la mayor parte del tiempo, las “antoñicas” entraron en fase de hibernación hasta hace precisamente un par de semanas, tiempo que he necesitado para desempolvarlas y realizar unas cuantas salidas combinando andar, correr y distintos tipos de terreno, desde el siempre agradecido cauce de un arroyo hasta el más exigente semi-montañoso de los pechos cartameños.

Con la pinta de  alguien escapado de otro tiempo y con muy poco  tiempo de saludar a l@s amig@s me veía saliendo por el arco de meta en dirección a la sierra de Alhaurín. En apenas 300 metros se abandona el asfalto y todos nos vemos encajonados  por la Cañada de las Palomas hacia la fuente del Acebuche y la Casa del Guarda, uno de los lugares de referencia de los aficionados al senderismo. El cauce lleno de bolos, que luego a la vuelta nos esperaba de nuevo, enseguida dispone a los corredores en fila india, sin espacio para rebasar a nadie, sabiendo, por haber realizado el circuito en dos ocasiones previas, que todas las fuerzas que se reserven serán pocas para afrontar los dos sube-y-baja que tienen como referencia “la bola”, por otro lado salirse del sendero para intentar avanzar un puesto, es absurdo con este calzado y corres encima un riesgo innecesario. Se trata de asimilar las nuevas sensaciones minimalistas y de disfrutar del recorrido señalizado en la más mínima expresión y con voluntarios en los lugares claves, así como avituallamientos generosos y distanciados unos de otros correctamente, una gran masa forestal proporciona sombra y acentúa la sensación de correr por parajes idílicos.

En las subidas el calzado responde bien, apenas hay diferencia con el convencional, pero pronto me doy cuenta de que en las bajadas tengo que aflojar, cualquiera que haya pasado por aquí sabe que los senderos se caracterizan por su dureza, son frecuentes las piedras con aristas y encima sueltas que encontramos. Como a un kilómetro pasado la Casa del Guarda nos encontramos con la primera de las tres bajadas, una primera rampa pronunciada desemboca en un sendero entre árboles y siempre en descenso te deja en el otro extremo del pueblo, en un pequeño barranco sembrado de cuevas, de inmediato se gira y se empieza de nuevo a subir, tropiezo en un pequeño resalte no sé si de raíz o de roca que aflora de manera traicionera y caigo logrando adelantar el pie y amortiguar la caída conservando  la inercia, no sería el último de los tropiezos todos ellos sin consecuencias y casi siempre en subida.



El trazado es de los que alegran a la mayoría de los corredores de montaña, casi puro sendero cien por cien, estamos muy próximos a “la bola” y giramos de nuevo hacia la cañada del Arroyo del Tejar que ahora dejaremos durante el descenso a nuestra izquierda, piedras y más piedras, por la gran pendiente, sueltas,  jalonan esta parte, para mí la más incómoda teniendo en cuenta que no sería la de más longitud. Desembocamos en un carril ancho que bajaremos unos dos kilómetros y de nuevo las señales y voluntarios nos dirigirán hacia las alturas, esta vez al punto más elevado de la carrera, la dichosa bola, que parece nunca se alcanzará.  Por fin estamos allí, los pies protestan y con razón pero la imagen mental de que lo que resta, es todo bajada,  mitiga en parte el trato que hoy están recibiendo. Fracciono la distancia desde aquí a meta en varios trozos, tres pequeñas conquistas para repartir la carga de los más de 10 kilómetros de bajada: hasta el avituallamiento del bucle de Jarapalos, hasta la fuente del Acebuche con el tramo de la cadena, y hasta meta siguiendo la primera parte del recorrido. Así y todo no es fácil, los pies quieren descansar, y pisar sin que duela algo es complicado, más cuando bajando en la primera zona inmediatamente después de la bola el terreno se torna arenoso  y semidescalzo descalzo tienes que bajar por ahí, una piedra camuflada en la arena produce un pequeño roce sin mayor importancia, al poco los voluntarios que hay en la zona conocida como “la mata del tomate”, ya en el carril me transmiten ánimos, continúo según me había mentalizado y me encuentro en el tajo conocido como “el Salto del Caballo” y donde una oportuna cadena permite agarrarse y salvar ese punto complicado en la roca con seguridad. A veces me aparto para permitir al que me precede continuar con su paso más rápido, así llego de nuevo a la fuente del Acebuche, antesala de la meta y  de nuevo en la Cañada de las Palomas, esta vez bajando. Muy contento entro en meta, no tanto por la marca, cercana a las cuatro horas, sino por el cúmulo de sensaciones que durante todo el recorrido me han acompañado, dando así por finalizada mi primera aventura como  “tarahumara andalú”.

La conclusión. Sería por mi parte muy apresurado manifestar que con ese tipo de calzado se corre más o mejor, las sensaciones sí son diferentes, la manera de correr también, hay que medir mejor los pasos,  leer de continuo el terreno, predecir dónde pisar para que el impacto sea mínimo, lo que con la amortiguación de la mayoría de las zapatillas queda aparentemente resuelto, en las bajadas al no tratarse de un calzado cerrado hay que contenerse más, pero sí tengo claro que guardando las debidas precauciones y un periodo de adaptación adecuado es posible hacer algo parecido a correr   en la mayoría de los terrenos, sin entrar a valorar otros factores externos como una climatología adversa. ¿Alguien más se anima?

Eltziar. <