martes, 27 de abril de 2010

¡Corre, Patti, corre!




Patti Wilson era todavía muy pequeña cuando su médico le dijo que era epiléptica. A su padre, Jim Wilson, le encantaba salir a correr cada mañana. Un día, en su adolescencia, ella le sonrió y, a pesar de su dispositivo ortopédico, le dijo:

—Papá, me encantaría salir a correr contigo todos los días, pero me temo que me darían calambres.

—En ese caso, sé lo que podemos hacer, de modo que ¡adelante!

Y eso era lo que hacían todos los días. Para ellos era una experienciagratísima de compartir y ella no sentía absolutamente ningún calambre mientras corría.

—Papá —confió a su padre después de algunas semanas—, lo que en realidad me gustaría es superar el récord mundial de fondo en categoría femenina.

Él se fijó en el Libro Guiness de los récords y comprobó que la mayor distancia que había corrido una mujer eran unos 128 kilómetros. Nada más comenzar el curso en la escuela secundaria, Patti anunció que iba a correr desde el condado de Orange hasta San Francisco, una distancia de 644 kilómetros.

—El próximo año —continuó—, pienso correr hasta Portland, Oregón, 2400 kilómetros. Cuando comience mis clases en la universidad correré hasta San Luis, unos 3200 kilómetros; y cuando termine mis estudios correré hasta la Casa Blanca, más de 4800 kilómetros.

A pesar de sus problemas físicos, Patti era tan ambiciosa como entusiasta; decía que, para ella, su epilepsia no era más que un simple «inconveniente». No se concentraba en lo que había perdido, sino en lo que le quedaba.

Ese año terminó su carrera a San Francisco con una camiseta que proclamaba «Adoro a los epilépticos». Su padre corrió junto a ella desde el primero al último kilómetro, y su madre, enfermera, los siguió en una caravana por si a alguno de los dos les pasaba algo.



En su segundo año los compañeros de clase de Patti fueron tras ella.

Habían preparado un gigantesco cartel que decía: «¡Corre, Patti, corre!». Desde entonces, esta frase es su lema y además el título de un libro que ha escrito. En su segunda carrera, mientras iba corriendo hacia Portland, se fracturó un hueso del pie y un médico le dijo que debía abandonar porque, de no inmovilizar la fractura, el daño sería permanente.

—Doctor, usted no me entiende —fue su respuesta—. Esta carrera no es un simple capricho, ¡es una obsesión magnífica! No lo hago simplemente por mí, sino para romper las cadenas cerebrales que limitan a tantas personas. ¿No hay manera de que pueda seguir corriendo?

Entonces le dio una opción. Le dijo que en vez de un vendaje de escayola podía hacérselo con venda adhesiva, pero le advirtió que sería increíblemente doloroso. Patti le dijo que lo hiciera.

Terminó la carrera a Portland corriendo los últimos 1500 metros con el gobernador del estado de Oregón. Tal vez hayáis visto los titulares: «La super corredora Patti Wilson termina el maratón para epilépticos el día que cumple diecisiete años».

Tras haber pasado cuatro meses corriendo casi continuamente de la Costa Oeste a la Costa Este de los Estados Unidos, Patti llegó a Washington para estrechar la mano del presidente de los Estados Unidos, a quien dijo: «quería que la gente supiera que los epilépticos somos seres humanos normales que llevamos una vida normal».

No hace mucho, conté este episodio en uno de mis seminarios y después un hombrón se me acercó, con los ojos llenos de lágrimas y tendiéndome su recia manaza, para decirme:

—Mark, soy Jim Wilson, y acabas de hablar de mi hija.

Me contó que, con sus nobles esfuerzos, Patti había conseguido reunir el dinero suficiente para abrir diecinueve centros para epilépticos repartidos por todo el país.

Si Patti Wilson es capaz de hacer tanto con tan poco, ¿qué no podréis hacer vosotros, los que estáis perfectamente bien, para superaros continuamente como ella?

Me marcho a Escocia el viernes, aún con alguna molestia en el pié derecho, y con la incertidumbre de ¿que pasará con el paso de los kilometros? Espero que todo vaya bien, pero si la cosa se pone fea recordaré tantas historias como esta de Patti que nos hacen ver que todo es posible si tenemos la motivación suficiente y las ganas de luchar hasta el final.


Fuente: motivación y superación

jueves, 22 de abril de 2010

Racing the Planet Australia



Racing The Planet es la organización de una serie de carreras por etapas en los mayores desiertos del planeta: Sahara, Atacama, Gobi y Antartida. Suponen 250km en autosuficiencia repartidos en 6 etapas. Cada año organizan un evento especial en algun lugar sorprendente del planeta. Este año toca el parque de Kununurra en Australia, un lugar apenas visitado, un sitio complicado para una carrera.
Nuestro compañero de equipo Emilio Martinez está ahora mismo volando en dirección a Australia. Una autentica maratón de vuelos y escalas le quedan por delante: Madrid-Londres-Singapur-Darwin-Kununurra.



Así describe uno de los organizadores las diferentes etapas de la carrera:

Etapa 1 (42,5 k) entre hierba alta y terreno desigual, mas o menos plano, con algun cruce de rio.
Etapa 2 (39,5 k) area que se llama Minibungles, con pequeñas montañas redondas, que pasaremos alrededor buscando el mejor camino.
En esta etapa hay zonas donde losCP no tendran agua y hay que cogerla en arroyos.
Calor, mucho calor,......


Etapa 3 (31,5 k) valle abierto con hierba alta y spinifix (planta hijap....que corta) hasta que nos introducimos en un cañon con hierba muy alta y agua que no se ve, debajo (una maravilla, ...vamos,...) CP en una cascasda maravillosa, luego camino abierto hasta un pequeño trozo de campo a traves y despues camino de nuevo hasta el campo. Al lado de la Gibbs river road
Etapa 4 (18 k) Ojo, muy duros, escalada por un cañon de un rio, puede que con agua, u arriba y abajo por la cima de la meseta hasta la entrada de "El Laberinto" (The Maze), en donde pasaremos por dos cascadas grandes y luego nos introducimos en el cañon propiamente, ...a mojarse!!!!
Todo rocas, y al primcipio hierba alta y spinifix, ...que no falten.



Etapa 5 (100 k) La salida del cañon será dura, rocas enormes que hay que saltar de una a otra y zona muy incómoda de correr, ...imposible, creo....
Dos (minimo) zonas de nadar, ...a primera hora de la mañana, y una vez que se sale del cañon, primer CP y luego camino, ....facil de correr y con CPs abastecidos y cada 10k.
Campo cerca de la Gibb River Road.
Etapa 6 (12,5 k) de mierda, ...a ver, quiero decir que normalmente con RacingThePlanet, la ultima etapa es un pase, esta NO.
Terreno con subidas y bajadas, con mucha hierba alta, rocas y spinifix, hasta superar un collado desde donde tomamos un camino ancho que nos lleva a El Questro (despues de cruzar un rio)



Deseamos a Emilio paciencia para el viaje y mucha suerte en esta nueva aventura. Iremos informando del transcurso de las etapas a partir del dia 25.

martes, 20 de abril de 2010

Cliff Young, el ultra-agricultor.

Cliff Young fué un granjero que vivió toda su vida en una zona denominada Bosque de Hallas, cerca de la ciudad de Victoria (Australia), zona muy propicia para el cultivo de la patata, Cliff siguiendo los pasos de su padre cultivaba con ahínco junto con unas 2000 ovejas que solía llevar por las praderas en busca de frondosos pastos.

miércoles, 14 de abril de 2010

Mi pie derecho


A 15 dias de marchar a Escocia a correr "La ultramaratón por etapas mas dura del Reino Unido" (The toughest multi stage Ultramarathon in the UK), la Scottish Ultra, me paso los dias a caballo entre la fisioterapia y la maquina eliptica. Mi pie derecho sufre una metatarsalgia a causa del continuo maltrato que supone la suma de kilometros+piedras+zapatillas machacadas. Los sintomas son dolor e inflamación en la zona de la almohadilla en la planta del pié, que se hace insoportable especialmente en las bajadas pedregosas. La terapia consiste en corriente continua sobre una pelicula de Voltaren, seguido por magnetoterapia y finalizando con ultrasonidos y hielo. Es mi segunda semana casi en el dique seco, y digo casi porque he salido a correr 20km un dia y usado la maquina eliptica algun otro. Con la eliptica elimino el impacto del pie con el suelo e intento no perder fondo físico.
Espero poder recuperarme y llegar a Escocia con garantias de poder acabar dignamente, y sino pues me lo tomaré como un trekking por el pais, un retiro espiritual en la cola del pelotón.

Como los ultrafondistas somos algo masoquistas, dejo este video de un chaval que disfruta corriendo descalzo, algo que solo verlo me produce punzadas en el cerebro.

lunes, 12 de abril de 2010

Leadville 100 Trail Run video 2009

100 millas, 30 horas, en contra las montañas y el crono. Lo que mas me gusta es el final del video, la cara que se te tiene que quedar al llegar a meta fuera de tiempo por los pelos, todo un poema.

miércoles, 7 de abril de 2010

Jorge Aubeso Martinez


Es hora de hablar de Jorge Aubeso, en estos dias participa en la 25 Marathon des Sables en el desierto del Sahara, y despues de tres etapas se mantiene en el tercer puesto de la clasificación general, algo simplemente extraordinario dado el dominio que tienen en esta carrera los marroquies y jordanos.
Conocí en persona a Jorge el año pasado en esta misma prueba. Es un hombre simpatico, humilde, hablador y extrovertido. Un hombre con un don para correr que ha sabido pulir y lograr grandes triunfos deportivos y humanos. Siempre tiene una sonrisa para cualquiera y un consejo para todo aquel que sabe escuchar. Casado y con dos hijos, saca tiempo para entrenar de camino al trabajo, tanto a la ida como a la vuelta, tiempo para la familia, tiempo para los jovenes de la comunidad salesiana, e incluso tiempo para gestionar un comedor para gente necesitada. Me comentó que no participaba en muchas pruebas para no restar tiempo a su familia, y que solía escoger pruebas en las que los suyos pudieran acompañarle y pasar juntos unos dias de vacaciones. Para mi Jorge es todo un ejemplo, de sacrificio, de humildad y de gran calidad humana. Espero de todo corazón que suba al podium de esta edición del Marathon des Sables, se lo merece.


Jorge en primera persona:

El ultrafondo no deja de ser un reto más de los tantos que me he propuesto. Me considero un tipo amante del “riesgo controlado”, y siempre he sido amigo de intentar evitar la gravedad mediante la escalada, volar utilizando únicamente la fuerza del viento con un parapente o correr distancias que en ocasiones escapan de toda lógica para algunos corredores. Correr la mayor distancia en el menor tiempo posible fue el reto que me propuse cuando me fui enganchando a la apasionante vida del corredor. Comencé con carreras de mediamaratón y maratón. Cuando empecé a correr tenía mucha ilusión por alcanzar simplemente la meta, pero rápidamente fui conocedor de lo que podía exigir a mi cuerpo. Fue un comienzo de inexperiencia total sobre entrenamientos, alimentación, reacciones, tácticas de competición, etc. que me llevó en más de una ocasión a llegar a la meta casi extenuado; pero repito que mi inexperiencia sumada a mi ilusión me daba fuerzas para seguir intentándolo.

Tras 3 o 4 maratones (2 años) voy tomando contacto con otros atletas que me informan sobre entrenamientos y a raíz de mi participación en el maratón de Sables en Marruecos (239 km de autosuficiencia por el desierto durante 7 días) veo que mi cuerpo y mi mente tienen una facilidad para “acostumbrarse” a las largas distancias...

Continué participando en carreras y en la meta, algo dentro de mí me dijo que no puedo correr “más deprisa” pero sí “más tiempo”. Afortunadamente me equivoqué en el “más deprisa”, puesto que los años de entrenamiento me han dado la capacidad de potenciar la velocidad con la duración del esfuerzo.

En mayo del año 2000 participé en mi primera carrera de 100 km, en Madrid, tenía mis dudas en poder terminar pero contaba con la compañía de mi familia y de mi entrenador para recoger lo que de mí quedara al acabar. Cual fue mi sorpresa al quedar segundo en la general, con un tiempo de 7:20 (... y siete días de fuertes agujetas, aunque la recuperación fue relativamente rápida). Ahora sí que tenía el gusanillo de los corredores dentro del cuerpo, el afán de superación, la satisfacción del sacrificio, el gusto por la competición...

A partir de ese momento he participado en varias carreras de ultrafondo, consiguiendo el Campeonato de España en los años 2001, 2002 y 2003, éste último con récord nacional (6:26:38), bajando casi 1 hora con respecto a mi primera carrera de 100 km solamente 3 años antes. He participado en competiciones internacionales luchando con países de gran tradición en ultrafondo como Rusia, Francia o Sudáfrica.


Descanso y alimentación
También es cierto que a medidaque he “madurado” deportivamente he debido explorar terrenos tan importantes como el descanso y la alimentación, y máxime cuando se combinan duros entrenamientos con una jornada laboral de ocho horas. No me parece justo hablar de alimentación sin agradecer enormemente la colaboración a Santiveri aportando su experiencia en este terreno. Concretando, para preparar una prueba de 100 km, el cuerpo debe soportar durante 6-7 meses un entrenamiento de 180-220 km semanales, alcanzando los 34-40 km diarios. Este desgaste y fatiga lo complemento con: Perlas DHA + EPA, Ortovigor Complejo C, Vit’all Plus Supercomplejo, Vigor Sport Creatina, Vigor Sport Electrolitos, Perlas Guaraná + ginseng, Artrokrill, Triptófano y Vigor Sport Protein 90.

Y ya en carrera, voy a confesarme y contar mi “alimentación” en una carrera de 100 km... para conseguir el récord de España tomé Vigor Sport carbohidratos mezclados con Vigor Sport Electrolitos y miel, realizando tomas cada 10 km.

Tal y como comentaba, he participado en algunas carreras de ultrafondo de ámbito internacional, pero he de destacar la Maratón de Comrades (Durban-Sudáfrica). Esta competición está considerada como la más importante del ultrafondo mundial. En el año 2003 se celebró su 77 edición. La prueba consistió en 89 km por asfalto (colinas, valles, pendientes...) y acogió a 13.200 corredores de todo el mundo. Como dato, comentar que en el año 2001 y coincidiendo con el 75 aniversario, la carrera superó los 20.000 participantes, cifra comparable con los maratones más multitudinarias del planeta (Londres, Berlín. Nueva York) y es que cualquier corredor de ultrafondo alcanza su sueño dorado cuando traspasa la meta de tan prestigiosa carrera y más cuando consigues entrar en tercer y cuarto puesto (año 2002 y 2003).

En este país a los atletas nos miman, nos conocen y es que el deporte se vive como cultura de vida.

Quizás aterricé tarde en esto del atletismo, pero nunca he añorado el pasado. La vida del running me está proporcionando todo lo que deportivamente he podido soñar: “sentirse ganador y llegar el primero”.
(Autoretrato sacado de la web www.Santiveri.com)