jueves, 29 de octubre de 2009

Corre Ivan ,Corre!!


Este sabado ,24 de octubre, corrí la Primera Bilbao Night Marathon, una prueba nocturna por parte del centro y la Ria de Bilbao, con sus miticos 42,195km de distancia. La prueba estubo marcada por la constante lluvia y por la deficiente organización, pero compensado por un escaso pero a la vez entrañable público que animaba con ímpetu bajo la lluvia y las estrellas. Una vez mas pude saborear los dos lados del correr, el dulce y el amargo. El dulce por las primeras dos horas de carrera, pletorico, siguiendo el ritmo objetivo, visualizandome cruzando la meta en el tiempo previsto, disfrutando. El amargo al empezar las malas sensaciones, el dolor de tripa, las nauseas, la falta de liquido en algun avituallamiento, la caida en picado del ritmo, la subida de pulsaciones, las ganas de abandonar.

Conseguí mentalizarme y no parar, trotar torpemente hacia meta, entrenar de nuevo la mente, cruzar la meta en 3:58h, media hora mas de lo previsto......pero llegar, sin caminar ni parar, sin hacer ningún feo al mítico Maratón. Algo hice mal, seguro, pero no se que fué. La lluvia no suele afectarme, lo que me mata es el calor. Puede que fuera la alimentación, aunque seguro que el error lo cometí muchos dias antes y se manifestó en la propia carrera. Ya da igual, no es tiempo de lamentarse sino de mirar hacia adelante, es tiempo de pensar en lo que se aproxima.


En 15 dias estaremos en el Maratón Alpino Jarapalos, este año algo mas duro, donde espero disfrutar y no mirar el reloj para no meterme presion alguna. En este tipo de carreras es mejor salir tranquilo, dosificar, y al final ir pasando gente que se ha vaciado en los primeros kilómetros.
En Diciembre, los dias 19 y 20, volveré a participar en una prueba de 24h en pista. La primera vez fué en Diciembre del año 2007, en el estadio Serrahima de Montjuic. Era la primera vez que hacía algo parecido, antes solo había corrido en pista un 1500m en una prueba de oposiciones. Aquel fin de semana aprendí lo duro que es correr sin llegar a ninguna parte. Fueron 24 horas con viento, frio, y lluvia de madrugada. Hubo tiempo para charlar con otros corredores, aprender trucos para afrontar estas pruebas, y mucho tiempo para pensar, conocerme un poco mas a mi mismo, y saber hasta donde puede uno llegar. La mente juega el papel fundamenal en este tipo de retos. Conseguí hacer 146km, se dice pronto, y quedar en el puesto numero 12 de un total de 30 participantes. Esta vez mi objetivo es superar las 100 millas, 160km, y para ello planificaré mejor el ritmo, los descansos y la alimentación. Tengo asimilado que me cuesta correr mas rápido, pero me adapto bien a correr mas tiempo, de esto trata el ultrafondo.

Dejo un video de jemplo de como es una prueba de 24 horas:

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