jueves, 18 de noviembre de 2010

El corredor de la alpargata olvidada


Este año en Jarapalos teníamos a un nuevo compañero: Víctor, un corredor que sólo tenía experiencia en asfalto, concretamente medias maratones, y que se atrevía con un maratón en su primera prueba montañera. Esto ya de por si es un reto, pero Víctor, El Corredor de la Alpargata Olvidada tiene otra particularidad: corre en chanclas.

Cada uno tiene sus motivos para hacer estas cosas, y nosotros, que para los no ultrafondistas siempre andamos buscando retos " de locos" , no somos los mejores para censurarlo. Desde luego tiene su mérito, pudo correr, y se lo pasó muy bien. Compartimos con él charla al final de la carrera. Y no sé porque creo que el virus de la montaña le ha picado.


En su blog ha escrito la crónica del dia, que nosotros, con su permiso, transcribimos aquí.
Bienvenido al monte Víctor, esperamos verte en otras aventuras.


"Lo decidí justo la mañana anterior al día de la carrera. Tres semanas antes había enviado el siguiente email a la Organización del Maratón Alpino Jarapalos:



Estimados Sres. del Maraton Alpino de Jarapalos,

Mi nombre es Victor M. Varela y estoy inscrito en la edición de este año. Aunque no es algo seguro, estoy sopesando la posibilidad de correr en chancletas (bajo mi unica responsabilidad) y me gustaria saber si pondrían algún impedimento, ya que no quiero ocasionarles
problemas ni malos entendidos.

Un saludo.

Ellos declinaron amablemente el permiso tras consultarlo con varios expertos y directivos de la FEDME (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada). Al parecer era una decisión unánime: no podían permitirlo.


Aunque desilusionado, me quise convencer de que se trataba de una locura. Sin embargo, pocos días antes de la celebración de la prueba leí el siguiente fragmento de un libro:



Uno de los mayores remordimientos que puede tener una persona consiste en llegar al final de su vida y darse cuenta de que no ha cumplido sus sueños. Llegar al final de la vida, o incluso a la mitad, abrir los ojos un día y darte cuenta de que no has sido valiente, que no intentaste alcanzar las estrellas, que no aprovechaste ni el diez por ciento de tu potencial, te romperá el corazón.



Sin apenas tiempo para almorzar y preparar las cosas, partimos desde Montequinto hacia Alhaurín de la Torre. Unas pocas horas más tarde (a oscuras), llegamos al Club de Tiro de Pichón, justo a tiempo para escuchar las recomendaciones sobre las zonas mas "técnicas" y/o peligrosas. Aunque por dentro temblaba de miedo, traté de no demostrárselo a María para no preocuparla. Fué un intento inútil, porque nunca consigo ocultarle nada...


Tras una rica cena de pizza y pasta con Dani y Edu, compañeros de trabajo de mi mujer, en un restaurante italiano, nos fuímos todos a dormir. Las niñas, nerviosas, con tanto ajetreo, gente nueva y dormir fuera. Puse el despertador a las 5, para desayunar y hacer la digestión antes de la carrera. Aproveché los regalos de la surtida bolsa y me comí un mollete de Antequera con aceite y miel. Al rato, ya estaba equipado, con el chip atado al tobillo y el dorsal en el pecho. Con tanto ruido, desperté a María, que había dormido fatal, y me intentó convencer por última vez de que cejara en mi empeño de correr en chanclas (y casi me convence).


En la Sociedad de Tiro de Pichón, durante el desayuno previo, el ambiente era de nerviosismo. Pasaron los minutos sin que llamara la atención, pero llegamos al 'punto de control' antes de la salida. Justo entonces fuí descubierto y me informaron de que no podía participar en 'esas condiciones'. No obstante, conseguí convencerles para que me dejaran correr 'por libre'. Ya sin el chip ni el dorsal, y de manera puntual, se dió la salida. Ya no había marcha atrás.


La primeta subida, justo después del primer avituallamiento era estrecha, escarpada, y con mucha gente que obligaba a guardar cola. Pero no tenía prisa, quedaba muchísimo y, además, iba charlando con la gente. Durante todo el recorrido fueron decenas los que me preguntaban ¿por qué lo de las chanclas? Llegó un punto en que se me acabaron las respuestas ocurrentes y terminé confesando que se trataba de un "reto personal".


Los 44km de recorrido se pueden resumir en los siguientes 4 tipos de terreno:
1. Subidas estrechas, donde iba bien pero no podía adelantar
2. Bajadas estrechas o con mucha pendiente, muy despacio y "acongojado", me pasaba casi todo el mundo... se me hacían eternas, especialmente la bajada a Mijas y la de los Conejos
3. Subidas anchas y suaves, caminando o incluso corriendo a ritmo cómodo y adelantando
4. Bajadas anchas y suaves con piedras puntiagudas, con paradas obligadas cada X tiempo para zigzaguear entre las piedras.


Prácticamente no había terreno llano. Veía las mismas caras una y otra vez. Yo los adelantaba en las subidas y ellos me pasaban en las bajadas. La verdad es que era divertido, nos ibamos saludando... Uno de los que me pasó volando durante las bajadas fué Dani, que se recuperó de un dolor de ciática en los primeros kilómetros. Cuando llegué a meta me comentó que escuchaba decir a la gente -¡corred! ¡corred! ¡que viene el de las chanclas!- jejeje


Los avituallamientos merecen un capítulo a parte. Paré en todos, y en alguno varios minutos. Me puse hasta arriba de dátiles, higos, plátanos, pasas, frutos secos, naranjas... y de bebidas, agua y acuarius de naranja (hasta 3 vasos cada parada)... y en uno me bebi una cerveza sin alcohol !! Vamos, que por falta de hidratación o sales no iba a ser... Y no tuve ningun problema digestivo !!


Mientras yo disfrutaba de mi travesía, mis milanas también estaban entretenidas. Carmen se lo pasó en grande en la Carrera de Orientación y jugando con nuevos amigos, y Silvia y María hacian fotos a diestro y siniestro. De todo me enteré por teléfono, a mitad de carrera. Recuerdo mis últimas palabras entre jadeos: "trataré de llegar lo antes posible, cariñooo..."


Poco después de llenar la memoria del GPS (que se puso a cero, el muy cabrón) se acabó el sendero. Cual fué mi sorpresa cuando ví clavadas unas "banderitas" en la piedra de la montaña. ¿Y ahora que? -¡Por ahí!- me señaló un hombre mayor de la organización sentado en un saliente... ¿por dónde?. Arrastrándome por la roca como una lagartija muerta de miedo, conseguí pasar un tramo de 5 metros con una caida de 50 (o más). Esta claro que yo tampoco nací para montañero.... pensé mientras recordaba a María y sus vértigos.

Los últimos 10 kilómetros iban a ser de bajada por caminos anchos. Era el momento de recuperar algo de tiempo, pero no contaba con las "jodidas" piedrecitas picudas de la zona. No hacían mas que meterse en las chanclas y me obligaban a parar. Con tanta tensión acumulada en las bajadas, y tanta parada para sacudirme las piedras, tuve un amago de calambre en la parte delantera de los muslos... pero al final fué una falsa alarma. Después de varios tramos caminando, pude seguir trotando hasta el final, donde Dani, que llegó media hora antes, vino a recibirme.


En la meta, besazo de María y foto para la posteridad. A pesar de no figurar en ninguna clasificación, me devolvieron el dorsal (de recuerdo) y no tuve problemas para recoger la camiseta y la toalla de los ganadores. No tengo palabras para agradecer todas las palabras de ánimo que recibí. Gracias a los organizadores y voluntarios que han hecho posible esta carrera. Gracias a todos. Me llevo un recuerdo imborrable."



4 comentarios:

sam dijo...

Es para mi un honor que publiques mi historia en tu blog. Por cierto, me encanta !

Livan dijo...

Gracias Victor. Tengo publicadas un par de entradas sobre los Tarahumaras que creo te pueden interesar:

http://livanvivo.blogspot.com/2010/07/el-misterio-de-los-tarahumaras.html

http://livanvivo.blogspot.com/2009/06/tarahumaras.html

Espero que te gusten.
Un abrazo.

HURACAN dijo...

HOLA
PRIMERO DECIR QUE VICTOR ME HA DADO UNA LECCION.
NO HAY RETO EN LA VIDA QUE CON GANAS, ILUSION Y RESPONSABILIDAD NO SE SUPERE.
Y LA SEGUNDA QUE TODAVIA NO SABEMOS HASTA DONDE PUEDEN LLEGAR LOS LIMETES DEL CUERPO HUMANO.
IMPRESIONANTE TU PERICIA VICTOR.

SALUDOS Y QUE SIGAS ASI

HURACAN.

HURACAN dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.