martes, 10 de mayo de 2011
101km de Ronda 2011
Escribo esto mientras aún me duelen las piernas, antes de que el tiempo difumine los sentimientos y anestesie las sensaciones vividas este pasado fin de semana en los 101km de Ronda.
He perdido tres kilos, no estoy cómodo al dormir, y siento un hambre atroz. Son secuelas necesarias para sentarse al teclado y desparramar lo que ha significado este centenar de kilómetros para un sencillo mortal.
Retrocedo en el tiempo hasta el día en que mis compañeros de equipo proponen participar nuevamente en los 101, pero esta vez en la modalidad de marcha por equipos. Mi respuesta es negativa, quiero centrarme en otra prueba y no distraer mi atención con un objetivo intermedio. Pero unas semanas mas tarde me veo cediendo ante la insistencia e interés de mis compañeros.
El día diez de Enero, pasadas ya las Navidades, me pongo en marcha con un plan de entrenamiento específico para pruebas de 100km. Correr en equipo, junto a estos “tipos”, exige llegar en la mejor forma posible, y tengo cuatro meses para ello.
Vuela el tiempo, y me veo sentado bajo la fina lluvia en el tartan del campo de futbol municipal de Ronda. Falta una hora para que den la salida, y el cielo gris me tranquiliza bastante.
Manolo, Javi, Alonso y Paco, ya saben que a mi el calor se me atraganta al correr, y que prefiero mil veces un grado menos que un grado mas.
¡Suerte Emilio! ¡Suerte Luz! ¡Suerte Misael! ¡Suerte a todos!…..y unos segundos después ya estamos corriendo calle abajo, buscando salir de Ronda y encarando las primeras cuestas.
Lo difícil de correr en equipo es lograr hacerlo a un ritmo al alcance de todos, y hacerlo durante 100km no es nada fácil.
Mi temor es ser arrastrado por la euforia, por la facilidad de los primeros treinta o cuarenta kilómetros, y luego ver como el barco se hunde sin poder hacer nada para evitarlo.
Vamos demasiado en silencio, con demasiada tensión, pasando el kilómetro treinta en algo menos de tres horas. Pasamos por Arriate para encarar la primera cuesta “seria” del recorrido, la que llamamos “de los cochinos”, y la cosa marcha bien. Tenemos el Sol sobre nuestras cabezas, pero el viento aplaca su efecto demoledor, no hace el calor de otros años y eso es de agradecer.
Pasado el primer maratón comienzo a tener problemas. Me empiezan a pesar las piernas y me da el flato cada dos por tres. Me jode una barbaridad hacer de lastre para los demás, e intento no hacerme notar demasiado. Pasamos el kilómetro cincuenta en cinco horas y media.
El resto del equipo parece llevarlo genial, Alonso tira primero, Paco y Javi van detrás, y Manolo me acompaña para que no me quede atrás.
Llego a Setenil tocado, y tengo que caminar. Me obligo a comer algo sólido, el pan se me hace bola en la boca y me cuesta tragar, así que lo empujo con Cocacola para aligerar el proceso y no hacer perder mas tiempo al equipo.
Las cuestas se suceden, y ya vamos pasando a otros equipos, no es fácil llegar hasta aquí sin que alguno diga ¡basta!
Por si no tenía bastante, ahora los gemelos se me acalambran en las bajadas, y me cuesta mantener el ritmo de los demás. Ya hace rato que dejé de divertirme, ahora hago “de tripas corazón” para no parar la locomotora en la que se ha transformado mi equipo. Constantes, siguiendo la vía que lleva hasta meta, con la mente clara y positiva. Levanto la cabeza, trago saliva y sigo tras ellos.
Salimos de Alcalá del Valle por otra cuesta de las que hay que recordar, y por fin, y gracias al cielo, bajando hacia el cuartel me empiezo a recuperar. Ha sido un calvario de unos cuarenta kilómetros, lo he pasado fatal, pero ahora vuelvo a pensar en positivo y las piernas vuelven a funcionar.
Mientras esto sucede, nuestro compañero Emilio pelea en los puestos de cabeza. El ya sabe lo que es subir al podium en esta carrera. Después de 9 horas y pico cruza la meta, en quinta posición, algo que el no asimila de buen agrado, pero que para el resto de los mortales que seguimos en carrera, sería un sueño.
Llegando al cuartel damos caza al equipo de La Legión, van un poco tocados, pero mientras nosotros paramos a comer algo, ellos pasan de largo sin parar.
Un poco de sopa y medio perrito caliente es lo que logro asimilar. Recargo agua y salimos del cuartel camino a la ermita de Montejaque. La subida, como siempre, es bastante jodida, teniendo en cuenta los 80 kilómetros que llevamos ya en las piernas.
Ahora le toca a Javi pasarlo mal, se le atraganta la subida, y Manolo , al igual que conmigo, ejerce de samaritano y acude a acompañar a Javi por si le puede ayudar.
Es la primera vez que subo y bajo de la ermita con luz solar. Hasta este punto , todos los años, he llegado ya de noche, así que me siento eufórico, me olvido del dolor de piernas, me siento vivo y muy cerca de la meta. ¡Ya huele a cerveza! exclamo en voz alta, Y la locomotora no para de trabajar, en fila india, corriendo. Pasamos por Montejaque, camino de la Cueva del Gato, y el asfalto se torna camino, y el camino se torna barro, y el barro se traga una de mis zapatillas. Lucho para recuperar mi herradura, con el pié metido en el barro, en la oscuridad del sendero, y por fin la recupero.
Ahora peleamos un puesto con un equipo formado por miembros de un cuerpo de operaciones especiales. Quien piense que a estas alturas nos puede pisotear se equivoca. Llegando al último control antes de meta, los dejamos atrás, y nos dirigimos hacia la última “tachuela” de esta correosa carrera. La cuesta del Cachondeo nos ve llegar, con Paco castigado por las ampollas, pero dispuesto a pelear hasta el final.
Rampa tras rampa, mirando el suelo empedrado, apretando los dientes, tirando de cuadriceps y de voluntad. La piedra se vuelve asfalto, el de las calles de Ronda, que durante mil metros siente el golpeteo de cinco pares de zapatillas polvorientas, machacadas, imparables. Juntos cruzamos la meta, después de 12 horas y 50 minutos, satisfechos, orgullosos, felices de haberlo hecho juntos, como amigos, como compañeros, como un autentico equipo que sabe cuidar del que tiene a su lado, que sabe valorar el trabajo de los demás , la labor del que tira del grupo, del que anima a los demás, del que da todo lo que tiene con tal de no fracasar.
Y así, como el equipo que somos, subimos al podium el domingo, levantando el trofeo al tercer equipo civil en cruzar la meta, la meta entre las metas, la que un día, hace unos años, nos vio nacer como futuros corredores de ultrafondo, y que hoy nos da la recompensa al esfuerzo y al afán de superación, a gente que, como yo, un día tardamos mas de veinte horas en recorrer el mismo camino.
Gracias a La Legión por hacer posible que llegara este día, de corazón.
Video resumen de la prueba. Se centra en los ciclistas, pero se ve la llegada de Emilio a meta al final del video:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
9 comentarios:
ME ALEGRO UN MONTON POR VOSOTROS
ESPERO QUE EL AÑO QUE VIENE ME LLEVEIS CON VOSOTROS JAJAJA
SALUDOS Y FELICIDADES CAMPEONES
AZARIAS VIVO
Todo se andará, pequeño saltamontes.
Nos vemos el Sabado para correr un ratillo y desayunar.
Excelente crónica, Livan. ¡Y enhorabuena al equipo por ese podio!
Yo hice los 101 por primera vez este año y me ha gustado. Eso si, pensando en 2012, me encantaría poder montarme la carrera en equipo para lo bueno y para lo malo, tal como habeis hecho los crocketas. :-)
Gracias Mayayo. Para mi ha sido la quinta participación, y sigue teniendo su encanto, sobre todo este año al probar como equipo, y obtener este resultado y esta nueva experiencia.
En tal caso, espero que nos veamos el año que viene en Ronda.
¿Que planes tienes para el resto del año? seguí tu aventura americana en la Leadville 100 el año pasado.
Azarias, echale cojones y para el año que viene te apuntas. Tienes quien te acompañe, seguro.
GRACIAS, GRACIAS MANUELOBE
NO TE PREOCUPES QUE GANAS NO ME FALTAN.
SE LO DIJE A MI HERMANO EL VIERNES ANTES DE LA CARRERA QUE LE TENIA
(ENVIDIA SANA).
BUENO TENGO UN AÑO POR DELANTE PARA
PREPARARME.
UN ABRAZO.
AZARIAS VIVO
Ufff...llevo más de dos horas leyendo tu blog...IMPRESIONANTE!! Apasionante el mundo del untrarunning. Espero poder debutar pronto... Felicidades y gracias!
Rafa, me alegro de que te guste el blog. Solo tienes que buscar un reto en el calendario, entrenar y hacer tu debut en la ultradistancia. Luego ya no hay vuelta atras, no podras parar, y será una tras otra. Animo.
En el blog tienes cantidad de entradas antiguas, mogollon de videos, personajes, etc. Seguro que te sirven como motivación. Gracias por visitar mi blog y por dejar tu comentario.
Hola Liván te sigo desde hace años y eres para mí todo un ejemplo, sigue así CAMPEON.
Publicar un comentario