viernes, 8 de agosto de 2014

Hacia las entrañas del vértigo



Esta historia se fraguó hace un año, como suele suceder, en una charla rodeada de montañas y regada con cerveza.
El recién nacido Anillo de Picos de Europa, despertó ese sueño que llevaba esperando su hora, desde hace muchos años, tantos como esos programas de "Al Filo de lo Imposible", o esas imágenes  de la Senda del Cares en un documental de "La dos".
En principio la idea era hacer el recorrido oficial del Anillo, siguiendo el itinerario ,pasaporte en mano..........pero mi amigo Sergio (El Xumbo) diseñó un recorrido que concentraba la esencia de aquellas montañas.
Así que, cierto día, con la pierna escayolada, Sergio nos citó a Evaristo y a un servidor en su casa, desplegó un mapa sobre la mesa, y entre tragos de cebada, nos desveló su propuesta...........y la aceptamos.


Luego se fue forjando "La Comunidad del Anillo", aquellos que formarían parte de la aventura........y unos dieron un paso al frente.....y otros...... pues no lo dieron.

Dar forma a la expedición suponía atar muchos cabos: mulas, posada, armas...........bueno, mejor dicho: furgoneta, pensión, refugios.......de lo cual se encargó también Sergio, salvo el alquiler de la furgo, que corrió por cuenta de Javi.

Y pasaron los meses.

En la madrugada del día acordado, aparecieron las luces  de la furgo al fondo de la calle, y en su interior Manolo y Javi, los dos primeros miembros de la comunidad, que habían "tuneado las mulas" para la ocasión.


Luego abandonamos "La Comarca", después de haber recogido a Evaristo y Sergio, y pusimos rumbo a Madrid, donde Arturo y Anaime completarían el grupo. Ya teníamos mago, montaraces, guerreros, rastreador.......ya podíamos dirigirnos hacia Moria.....

Después de catorce horas de viaje, y bajo una intensa lluvia y tormentas , llegamos al Hostal Puente Poncebos, donde dormiríamos esa noche, y que sería punto de partida y regreso de nuestro particular anillo.
Las horas siguientes fueron de incertidumbre y ,mientras cenábamos en Arenas de Cabrales, discutíamos que hacer si el tiempo nos impedía comenzar la aventura al amanecer.

Pero el día llegó, y el cielo se abrió, y el grupo cargó las pesadas mochilas y se puso en camino.

Arrancamos por la espectacular Senda del Cares, con su continuo serpenteo, encajonado entre montañas, con sus pasillos tallados en la roca, a veces estrecho, a veces provocando imágenes que huelen a vértigo........Un camino precioso.





Abandonamos la comodidad de la senda del Cares, y bajamos hasta el propio río para atravesarlo por el puente de Viella. Unos cables colocados a modo de pasamanos nos ayudan a subir unas rocas que nos llevan a encarar la subida del Pando Culiembro, tan verde como empinada.
Subimos en fila india, alegres, contemplando como el Cares se hace diminuto al tiempo que ganamos altura. Pero la cosa se pone de verdad vertical cuando encaramos la correosa Canal de Piedra Bellida. La subida se nos hace interminable, con tramos caóticos de rocas sueltas, molesto de transitar......nos deja sin resuello...

Tras un considerable esfuerzo llegamos al Collado Cerredo, y las vistas son impresionantes, tocando el cielo, la ocasión merece una parada para disfrutar del momento.





Desde el collado, descendemos buscando la senda que nos lleva a la Cuesta del Trave, y la cosa se va complicando, ya estamos a dos mil metros, la niebla nos envuelve, y aparecen los primeros muros que hay que salvar ayudándonos de las cuerdas instaladas para tal fin, en trepadas verticales, o pasos arriesgados con seguros horizontales.
Cabe decir que, a título informativo, en Picos los caminos son muy montañeros, muy aéreos y técnicos, donde se pone a prueba la destreza, el equilibrio, y a veces el valor. Te encontraras con el vacío a tus pies en infinidad de ocasiones, y cientos de cuchillas amenazarán tu frágil esqueleto, con una roca áspera como el papel de lija, que pelará la yema de tus dedos de los continuos agarres.
El Anillo de Picos no es El Camino de Santiago, o como le gusta decir a Arturo, esto no es "Bambi".

Con un tiempo que se tornaba desagradable, y después de haber vencido 2200 metros de desnivel positivo, entre la espesa niebla aparecía por fin el refugio del Jou de los Cabrones, nuestra meta del día, y lugar donde pasaríamos la noche.
Mientras en el exterior caía la noche, y la lluvia atormentaba a los montañeros que iban apareciendo, nosotros disfrutábamos de ropa seca y cerveza fresca, compartiendo charla en una mesa de madera, y pensando en lo que nos tocaba afrontar al día siguiente.

Cuando planeamos esta aventura, teníamos claro que la noche sería para dormir y el día para avanzar, para no perdernos ni un fotograma de lo que nos rodeaba, y para no arriesgar en la oscuridad lo que con luz ya es comprometido.








El nuevo amanecer nos regaló un día despejado, con un cielo limpio, impecable, y un mar de montañas afiladas a nuestro alrededor.
La Comunidad del Anillo continúa su marcha hacía el Pico Urriellu, o Naranjo de Bulnes como es conocido, y para ello debemos sortear zonas complicadas. El guarda del Refugio de Cabrones ha salido tras nosotros hacia el Urriellu, y nos da indicaciones de los pasos mas comprometidos, como la Corona del Raso y la Brecha de los Cazadores, donde hace una semana se dejó la vida un montañero.
Con extrema prudencia destrepamos chimeneas y llegamos a la zona del accidente, donde encontramos que ha sido equipada con seguros y una cuerda, lo cual facilita nuestro avance.
Llegamos a los pies del Naranjo, y entramos en el refugio a tomar un café, donde nos advierten que la niebla cubrirá las montañas a partir de las dos de la tarde. Este aviso nos preocupa, pues nos dice el guarda que tardaremos unas siete horas en llegar a Collado Jermoso desde allí.






Dejamos Urriellu y nos dirigimos hacia el refugio llamado Cabaña Verónica, pero para ello hay que pasar por el Collado de los Horcados Rojos, y esto supone escalar una pared de bastantes metros, que se encuentra equipada con cables en varios tramos, y que algunos catalogan como vía ferrata .

Cabaña Verónica, un pequeño refugio con forma de iglú, es en realidad una cúpula artillera de un antiguo portaviones que fue desguazado en Santander.
Su visión a lo lejos es un poco surrealista, con una forma y un brillo metálico que destacan en un entorno tan montañero.







Toca dejar atrás Cabaña Verónica y dirigirnos hacia nuestra meta de hoy: el Refugio de Collado Jermoso.
Este tramo hasta el paso del Tiro de Casares lo hacemos siguiendo un recorrido marcado por puntos rojos en la piedra, y que podría catalogarse como "peligroso". Esta traza se sigue en sentido inverso al nuestro, osea, se hace de subida desde Jermoso a Cabaña Verónica. Nosotros lo hacemos al contrario, bajando a Jermoso, y se convierte en arriesgado, con profundas grietas, pasos estrechos,  cuchillares , zonas donde hay que tirar de equilibrio y "tragar salivita"......y con el handicap de que las marcas están pintadas en la cara opuesta de las rocas, para ser vistas de frente según subes.......así que nos costaba encontrar la dirección correcta y nos hacía avanzar hacia donde no era.

Superado el Tiro de Casares, enlazamos con el sendero de Las Colladinas, que nos lleva directos a esa increíble imagen del Refugio Diego Mella, conocido como el de Collado Jermoso........plantado en una pala inclinada, al borde del precipicio, dando la impresión de que esta a punto de caer......

Esta imagen lleva siendo mi sueño, y la foto del fondo de escritorio de mi PC, desde hace un año, y ahora estoy aquí. Me siento afortunado.

Hemos llegado en cuatro horas y media, en vez de siete como nos vaticinó el guarda del Urriellu, y pasamos el resto de la jornada en una mesa de madera al borde del abismo, bebiendo jarras de cerveza, y contando batallitas......¡¡ esto es vida !!








El nuevo amanecer nos arrojaba monte abajo por las Traviesas del Congosto, camino que se hace normalmente de subida, pero que nosotros hacemos y padecemos de bajada. Así que nos toca destrepar lo que normalmente se trepa, y arrastrar literalmente el trasero por las rocas para no acabar descalabrado. La bajada es larga de cojones, y complicada en muchos tramos.
Tras un leve respiro recorriendo la Vega de Asotín, nos topamos con la última tachuela de nuestro anillo: el camino de la Rienda de Asotín.
Se trata de un diminuto sendero que discurre pegado a grandes paredes de piedra, con caídas de muchos metros de altura, donde hay que andar con mucho tiento para evitar sustos.
Con las piernas torturadas por la bajada de 1200 metros de desnivel, llegamos a Cordiñanes, un pequeño pueblo donde paramos a comer y beber algo antes de recorrer la Senda del Cares de regreso a Poncebos.

Paramos en Caín a tomar una cerveza, y recorremos la senda del Cares de cabo a rabo, pero hoy en sentido opuesto, hacia el fin de nuestra pequeña aventura.
Tras una merecida ducha, nos fuimos una vez mas a Arenas de Cabrales a saborear una suculenta cena, regada con abundante cerveza, y rematada con alguna copichuela en el Hostal Puente Poncebos, sentados en sus banquitos de madera al aire libre, respirando las últimas bocanadas de aire puro, antes de regresar a "La Comarca".
















Nota 1: Todas las fotos del blog se pueden ampliar con solo pinchar en ellas. Merece la pena hacerlo en algunos casos.

Nota 2: Picos de Europa es lo mas espectacular que he visto después de Los Alpes. Merece la pena perderse en ellos unos días, pero ojo, como ya he explicado mas arriba, hay pasos no aptos para todo el mundo.

Nota 3: La piedra de Picos es muy abrasiva, arranca los tacos de la suela de las zapatillas sin piedad. Por otra parte, recomiendo llevar unos guantes finos de piel, para agarrar los cables y cuerdas fijas, y para proteger las manos de la piedra, que corta y raspa como la piel de tiburón.

Nota 4: La sidra es algo típico de la zona, pero para mi gusto, el vaso de sidra es ideal para llenarlo hasta la boca de cerveza......cosa que he hecho todos los días.

11 comentarios:

Periko dijo...

Que quieres que te diga.... tomo nota del punto 4

mayayo dijo...

Preciosa salida. Está claro que la comunidad del anillo encontró su tessssoro y volvió para contarlo, con todos sus miembros intactos. No es pequeño logro por aquellas tierras :)

Equipo de "A media horita" dijo...

Buena crónica y buenos consejos. Hay que ir a Picos de Europa y si es como lo habéis pilanteado mejor que mejor. Enhorabuena por disfrutarla.

Atalanta dijo...

Lo digo siempre, no me canso,pero leyéndote y viendo las fotos no lo puedo evitar: Sin duda, mis montañas favoritas. Qué ganas de volver. En ese terreno no cabe otra que ir con calma y tiento¿Cuántos kilómetros totales os salieron?

Livan dijo...

Gracias Perico, Sergio Mayayo, Sergio k2 y Abel, por pasar por aquí y dejar vuestros comentarios.

Fueron unos 67 kilómetros, no son muchos, pero si exigentes en muchos tramos, por desnivel o por tipo de terreno. Meter mas kilómetros suponía ir menos relajado, y vuelta a lo mismo, a ir mirando mas el reloj y menos el paisaje.
Estas montañas son espectaculares. Tengo 234 fotos, y de todas podría sacar un poster, porque no hay rincón feo en estos parajes.

Un abrazo a los cuatro.

A de la Mata. dijo...

Hola Ivan, me alegro que hayais disfrutado de esta pequeña maravilla que tenemos por aquí (soy de León). La verdad, es una pasada y los que lo conocemos un poco, sabemos lo bonito y lo duro que resultan las caminatas por la zona. Te voy a mandar un par de enlaces del anillo de Vindio que ha hecho el Super Salva Calvo. Una autentica maquina en lo que a travesias extremas se refiere. Un saludo y a seguir disfrutando del verano.
http://salvacalvo.blogspot.com/2013/07/anillo-del-vindio-julio-2013.html
http://salvacalvo.blogspot.com.es/2012/03/el-anillo-de-picos-en-invierno-fue-una.html

A de la Mata.

Victor Orviz dijo...

Buen paseo os pegásteis."Ya tais preparaos pa la Travesera". Aquí la cerveza en vasu sidra llamamosla "Cañón"y ye el mejor isotónico que puedes tener. De hecho este mes batieron el record del Anillo de Picos (Merillas y compañía) y alguno tomó una cerveza para poder seguir.
Pena no haber coincidido. Saludos y gracias por retratarnos tan bien.

Livan dijo...

Gracias Angel, y que tu también disfrutes del verano.

Victor, lo del "cañon" es un gran invento. Os retrato tal como sois, no hay que esmerarse en hacerlo bien, sale solo.

Un abrazo a los dos.

Unknown dijo...

Que maravilla Ivan!!
Has conseguido trasladarme a Picos leyendo tu crónica.
Enhorabuena por la ruta,por cumplir sueños,por las cervezas y sobretodo por la mejor compañia
Tengo mucho que aprender de vosotros.Un beso enorme

Suso dijo...

Veo que lo habéis pasado bien. Me alegro. Yo he disfrutado de ellos en su momento... bastante, por vivir cerca relativamente. Pero ahora me están prohibidos algunos pasos, incluída la preciosa ruta del Cares. Un abrazo.

Livan dijo...

Cristina, el blog tiene una doble función, compartir cosas, noticias, vivencias.....con el que quiera pasar por aquí.....y tener un sitio donde almacenar mis recuerdos, y esas perogrulladas que a veces me da por sentarme a escribir.
Me alegro de que te halla gustado.

Suso, como dice el título de la entrada, las entrañas del vértigo........Picos tiene tramos incompatibles con el vértigo.....y es una pena, porque te pierdes sitios muy chulos.