martes, 14 de julio de 2015

Seréis lo que ellos odian



Es fácil mirarlo desde afuera, pero te ha costado mucho estar aquí.
Algunos te critican por dejar en casa a la familia, a tu pareja, y viajar a correr por las montañas, para "quitarte del medio".
A otros incomoda tu felicidad, tus experiencias, incluso parecen desear que no logres cruzar la meta.
Has peleado mucho para estar aquí, sacando tiempo de la nada, pellizcando dinero de casa, deambulando por senderos de madrugada para evitar la calor, perdiendo sueño y ganando fatiga.
En realidad no haces daño a nadie mas que a ti, pero has llegado a ser lo que ellos odian.

Tu camiseta reza en el pecho "Nómada Ocasional", y en la espalda "@pasionatesinlímites", con todo lo que ello significa para ti.
Has salido de Courmayeur corriendo, frenando las ganas de darlo todo ya, porque sabes que es muy largo lo que te espera, que 90 kilómetros en Los Alpes dan para una Luna y un Sol, para verlos salir y ocultarse contigo en las montañas.
La primera subida se te hace dura, interminable.......prácticamente no has dejado de subir hasta la cima de Mont Fortin , a 2760 metros, acumulando de una tacada mas de 1700 metros positivos...
Llegar hasta ahí arriba y ver lo que te rodea, ya merece el viaje. Frente a ti el Mont Blanc, el Aiguille Blanche, el Aiguille Noire....y un poco mas alejado el Diente del Gigante......sus cimas afiladas, las lenguas de sus glaciares, las aguas de sus deshielos.......lo que ven tus ojos es espectacular...





Desde el Col de la Seigne al refuggio Elisabetta, siempre se ha llegado por un suave camino de bajada, rodeado de verdes pastos, vacas, y el sonido de las aguas que corren junto a ti........pero eso era en el UTMB......Aquí y ahora, te hacen subir y rodear las Pyramides Calcaires. Bloques de piedra afilada, marcas sin sendero por la pared inclinada, equilibrios pétreos para evitar acabar descalabrados.
Llegar a Elisabetta, la tercera vez en mi vida , la mas dura, me deja de recuerdo un derrame en el dedo gordo del pie.

El calor te hace mella, camino del Lac Combal, y sumerges la gorra en las aguas heladas para paliar sus efectos.
No se a ti, pero a mi, se me han esfumado las fuerzas de repente. Los duros repechos de subida hacen que decida sentarme en una piedra, unos minutos, tan solo cuatro o cinco, pero es que una pájara brutal me ha sorprendido, y cualquier muñeco de trapo daría mas sensación de fortaleza que yo.
Las ganas, y un gel, consiguen recuperarme, y menos mal que ha sido así.




Ves gente que se retira en los refugios, ilusiones como la tuya que llegan a su fin, sin haber llegado a su destino.
Ahora te obligas a comer y a beber, no quieres estar en el pellejo de ellos, aunque tu revuelto estómago proteste al recibir las visitas.

Desde el Refugio Maison Vieille te diriges a la cima del Mont Chetif.
La via ferrata y las pequeñas trepadas para ganar altura, dejan constancia de donde te has metido. El Gran Trail Courmayeur no es nada fácil, no es una dulce trotada por los senderos alpinos.
Una vez en la cima, toca bajar a Courmayeur. La verticalidad da para un Salto Base pero, como no puedes volar, toca perder a pie mas de mil metros de altura, en apenas tres kilómetros ,hasta las calles del pueblo.
Luego les cuentas a tus rodillas y cuadriceps aquello del placer de correr por las montañas......






Mont Chetif: via ferrata de subida, y bajada hasta Courmayeur desde la cima en tan solo tres kilómetros........muy vertical y rompe cuadriceps.


El final del primer bucle, será el final definitivo para muchos. Y es que, estos 60 kilómetros son ya una carrera brutal, por desniveles, tipo de terreno, por paisajes, por altura, por la calor que está haciendo........para dejar a cualquiera agotado y satisfecho.

Si lo dejas ahora, te harás un favor, y le harás un favor a unos cuantos. Mañana te enviaran mensajes de ánimo, de falso consuelo, habrá quien te diga que has entrenado poco, que esas pruebas con zonas técnicas no son para ti, que Los Alpes son Los Alpes......pero tu, como eres así de feliz, de idiota, de tozudo, y no has venido a tirar la toalla, te tomas un par de birras, y sales con tus compañeros hacia el segundo bucle......No lo puedes evitar, eres lo que ellos odian...

Subir al Refugio Bertone, con calor, nunca ha sido un buen trago, ni en UTMB, con mas de 70 kilómetros en las patas, ni en este GTC ,con 60 kilómetros de fiesta en el cuerpo.
No se a ti, pero a mi me sentó como un polvorón en el desierto.
El continuo zig-zag de rampas en subida, empinadas, entre rocas y raíces, me hacen sentir agotado, sin un solo gramo de energía, vacío por completo, y como hace ocho años, tengo que hacer paradas para sentarme cada pocos minutos.

Quien está a tu lado, te ofrece su compañía, su comida, su apoyo, y te espera paciente.....quien está a miles de kilómetros le está comentando a tu pareja : " que bien vive tu marido...", sin saber lo que has pasado hasta llegar aquí, sin haberte visto vomitar deshidratado tras horas de esfuerzo, sin saber porque hoy aquí sentado tienes los tobillos inflamados, retienes líquidos, y tienes fiebre por la bajada de defensas........tan solo por tocar las narices, por poner en tu contra a los que te quieren, o simplemente porque eres eso que ellos odian, alguien que tiene sueños y lucha por ellos.



Sentado en la puerta del refugio sientes frío, notas las picaduras de los bichos en la oscuridad, y tratas de ingerir algo que te permita seguir avanzando.
El sendero es llevadero hasta Bonatti, y eso ayuda a reponerte poco a poco.
La noche te priva del paisaje, pero te regala las estrellas, te limita la visión, pero te rescata de la ola de calor que ha llegado hasta a Los Alpes.

Con esfuerzo superas las dos últimas tachuelas de subida, el Col Entre Deux Sauts, por encima de 2500 metros, y el Col Sapin, por encima de 2400.
No eres el único que va penando sus dolores, ni su cansancio, no eres el único que solo piensa en llegar.

Supuestamente solo tienes que bajar, pero topas con subidas con un tanto por ciento de inclinación muy "simpático" ,a estas alturas, y con el chip puesto en "dejarse caer" , si te dejas caer....te caes seguro.....
Bajar a Courmayeur, por segunda vez en el día, por tercera vez en la vida, supone el mismo calvario........duele, y nunca llegas......bueno si, si que llegas, pero cuesta, y desespera.

Llega ese momento en que eres sumamente feliz, ese momento que no esperan algunos, ese que no saben apreciar otros, mas allá de premios, tiempos o clasificaciones. Has llegado, junto a aquellos a los que quieres, aquellos que han sufrido y disfrutado contigo......y a miles de kilómetros, a algunos les has aguado la fiesta.......porque cuando hundes la suya, comienza la tuya.
De madrugada, en una meta vacía, brindas con cerveza, y el voluntario que la sirve te sonríe, felicita, te ofrece comida....o mas cerveza, porque seguro que tienes cara de necesitarla......bueno, y de una ducha y una cama, pero eso no está en su mano.

Unas horas mas tarde, caminas maltrecho paseando por el pueblo, bromeando sobre lo que anoche no te hacía tanta gracia, y no dejas de reír, de mirar hacia la cima del Mont Chetif, recordando la vía ferrata.....o las Pyramides Calcaries......

Eres cruel, eres jodidamente cruel.....y feliz, por conseguir tus metas, y por sacar el jugo a la vida. No tienes solución, siempre seras lo que ellos odian.


Todas las fotos son de mi amigo y compañero de aventuras Evaristo Benavente   ( @apasionatesinlimites )

11 comentarios:

Antonio Morales dijo...

Sabes que no te odio, mas bien te admiro.....y de paso también te envidio....jeje

CorriendoporelCampo dijo...

Mola un huevo lo que has escrito y cómo lo has escrito.
He revivido mi UTMB del año pasado.
Gracias por ser un odiado feliz (como yo)
Quique

Chapi dijo...

Ha sido un placer leer esta nueva crónica

Manu dijo...

Gracias una vez más por estas entradas. Más que nunca y en tercera persona, y contando lo que yo también he sentido en algunas ocasiones y por esos mismos paisajes.

Si, algunos tienen miedo... de si mismos, y eso es lo que más odian de los demás. No que no tengamos miedo, sino que miremos de cerca al miedo, el dolor, al cansancio y apretemos los dientes y sigamos adelante.

Equipo de "A media horita" dijo...

En esta ocasión el oso te comió, te digirió y te cago, pero lleno de mierda y con la ayuda de tus compañeros le hincaste el machete y te trajiste la piel.Enhorabuena!
Y creeme, cuando yo felicito y doy ánimos no son palabras vacías, y al revés, cuando recibo esas palabras de apoyo de gente y amigos se las tomo en cuenta, máxime cuando saben de lo que hablan. Siempre nos gusta una palmada en la espalda, cuando las cosas salen bien o por el contrario, no salen como nos hubiese gustado.
Un abrazo máquina! ¡
Sergio K2

Anónimo dijo...

Esto es muy fuerte. Solo de pensarlo se me hinchan los tobillos. Me lo imagino y me pongo malo... !Grandes campeones todo el equipo!
Pero... yo te sigo desde los primeros momentos... cuando tus primeras medias en Jerez o en la Costa, o ya mas largas en los Castillos de Ávila, etc.... Siempre llegabas. Y yo me decía: "este niño tiene un alma de acero".
La cuestión es llegar. Por el camino tienes que luchar contra "Los gigantes despiadados", pero tú como David, tienes que vencer a todos esos Goliat que se oponen a que alcances la meta.Tú y tus compañeros de fatiga en esta ocasión...unos monstruos. Pero también todo el que sale para llegar a la meta. Todos esos que están majaretas (unos mas que otros).
Todos tenemos envidia de como los demás consiguen algo. Pero envidia sana.Pero los obstáculos están en la montaña. Fuera de ellas todo son anécdotas.
Felicidades por la carrera y por la crónica.

El Corredor Inerte

Livan dijo...

Gracias a todos, a los de materia viva, y a los inertes.

Un abrazo.

antonio pozo dijo...

Gracias, muchas gracias,leyendo estas vivencias que nos traes, nos llevas donde a mas de uno nos gustaría estar,hace tiempo que te sigo y no soy el corredor inerte,jjjjj...un abrazo,saludos desde Nerja.

Anónimo dijo...

Livan, vaya pasada de crónica que has puesto, qué cosa más chula. Muchas felicidades.
Pruden.

Livan dijo...

Gracias Antonio Pozo y Pruden. Un abrazo.

Antonio Mayoral dijo...

Que me gusta leerte y reflexionar de lo que escribes. Un saludo