Si el alpinismo fuera deporte olímpico, Ueli Steck sería el Jim Thorpe de las montañas. Considerado el más importante alpinista de la actualidad, este escalador suizo acaba de realizar una de las ascensiones más meritorias jamás realizada en el Himalaya: la cara sur del Shisha Pangma (8.027 metros).
Recién inaugurada la temporada de escaladas en el Himalaya, el suizo nacido en 1976 en Emmental (iba para carpintero), ha realizado una ascensión con su inconfundible firma. En 10 horas y 20 minutos se ha hecho con la prestigiosa cara sureste del Shisha Pangma, por un itinerario parcialmente nuevo.
El recorrido tiene dos mil metros de desnivel y una inclinación de 50º-55º sobre nieve, hielo y terreno mixto (roca y hielo). La pared está considerada una de las más prestigiosas del Himalaya. Steck ha subido en solo integral, es decir sin colocar ninguna cuerda o punto de seguro en toda la ruta.
Ueli Steck pisó cima exactamente 10 horas 20 minutos después de iniciar la escalada. De inmediato empezó el regreso. “Me tomo tiempo para preparar un poco de té. He estado escalando durante 18 horas seguidas y sólo he bebido litro y medio. Luego cambio las botas de alpinismo por las deportivas; me siento más cómodo y bajo mucho más rápido y ágil. Estoy cansado, pero menos de lo esperado. A las 18:30 horas me siento en el campamento base”. Así relata Steck los últimos momentos de su memorable escalada.
The Swiss MachineEn opinión de Steck, en la montaña la rapidez es seguridad “y, sobre todo, pureza de estilo”. Un estilo que choca frontalmente con la mayoría de ascensiones que se producen en los ochomiles. Ascensiones por las facilonas rutas normales, carentes de la menor dificultad y soportadas por toda clase de medios y apoyos, como cuerdas fijas, oxígeno y potentes equipos de sherpas. Una manera de subir montañas que está más cercana al turismo que al reto deportivo.
Frente a ello, Ueli Steck conocido como The Swiss Machine (
La máquina suiza), opone rapidez, austeridad de medios y preparación absoluta. Como en tantas otras cosas, en el alpinismo las comparaciones resultan odiosas, pero los datos corroboran la clase con que el suizo realiza sus ascensiones. Esta escalada sólo ha sido posible por su estilo, al ser realizada una ventana de buen tiempo de día y medio. Poco más de lo que empleo en su meteórico viaje campamento base-cima-campamento base: 20 horas y al primer intento.
Algo imposible para lo que nos tienen acostumbrados los ochomilistas. Edurne Pasaban, por ejemplo, para subir por la ruta normal de esta montaña necesitó el año pasado tres semanas de asedio, apoyada por un fuerte equipo y después de cuatro intentonas fallidas en temporadas anteriores.
Todo lo contrario que los logros de Steck, que han elevado los límites del alpinismo hasta extremos impensables. En su mochila están las ascensiones más meteóricas de las “Tres Caras Nortes”, las tres paredes más difíciles y peligrosas de los Alpes: Cervino, Grandes Jorasses y Eiger.
Sus horarios lo dicen todo. La primera, 1.200 metros de desnivel, 1 hora 56 minutos. La segunda, misma longitud, pero mayor dificultad, 2 horas 21 minutos. La tercera, 3.800 metros de recorrido, 2 horas 47:33. Los horarios habituales son de dos días de escalada con un vivac intermedio en la pared.
Os dejo unos videos sobre este portento físico, no dejeis de verlos porque son
IMPRESIONANTES:Fuente:
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www.uelisteck.ch