martes, 29 de diciembre de 2015
Como si corrieras por última vez
Debería estar prohibido correr sin ganas. Supongo que todo el mundo lo hace en mas de una ocasión, por diferentes motivos, sobre todo por cumplir contigo mismo, o por no fallarle a los demás.
Me imagino que esto genera unas moléculas de mal rollo en el Universo, agujeros de aguja en la capa de ozono, o se graba en un rincón del lóbulo parietal destinado a "momentos chungos de la vida corriente".
Está claro que genera un trauma, un pequeño tatuaje a nivel sentimental, no visible, pero acumulable.
Correr sin ganas es como ir de compras, pero ese "ir de compras" donde tu solo acompañas, y es el otro el que se compra cosas. Te aburre y te fatiga hasta límites insospechados.
A veces solo pensar en salir a correr ya te va fatigando, y sin embargo te cambias de ropa, luchas contra ti mismo, contra lo racional, resoplas y te encaminas hacia la puerta que da a la calle.
Las primeras zancadas son letales. La transición entre el "todavía estas a tiempo" y el "ya no hay marcha atrás". Ese primer minuto hace mucho daño.
La gravedad , comandada por el orden del cosmos, hace que te sientas mas pesado y lento que de costumbre, y piensas " me cago en la puta, lo voy a dejar"......pero no lo dejas.
En un día en que los elementos acompañan, el daño es menor, pero si es un día de perros, tendrás estigmas neuronales de por vida.
Perdido en la ciénaga de tu propia estupidez, porque sueles ser estúpido con ganas, pero ser vapuleado por lluvia y viento, con desgana y apatía, eleva tu estupidez a nivel elite.
A menudo pensamos que renunciar es someterse, y prevalece nuestro ego sobre nuestra razón. Luego, al acabar, nos consolamos con frases como "lo que no te mata te hace mas fuerte" , o pensamientos del tipo "el de hoy ha sido un entrenamiento para endurecer la mente".
Con un poco de suerte, lo que comienza siendo "correr sin ganas", se va transformando sobre la marcha, y poco a poco van desapareciendo las sensaciones chungas, te vas sintiendo ligero, cómodo, y vas mutando de piltrafa a cosa que corre con cierta soltura. Quizás, ese poco de suerte, te lleve a esbozar una leve sonrisa interior, quizás incluso te atrevas a apretar el ritmo, tal vez acabes tarareando una canción, y sintiéndote feliz. Entonces, y solo entonces, sentirás que eres un estúpido, pero uno afortunado.......y ese día el Universo se librará de unas cuantas de tus moléculas de mal rollo, y pondrás un par de parches de bici en la capa de ozono.
Correr sin ganas debería estar prohibido, por lo menos al que corre libremente, porque hay quien corre obligado por terceros, o cobra por ello.......esos que se jodan, lo siento.
A menudo recuerdo una frase que me escribió un amigo que nació con parálisis cerebral, y que me hizo saltar las lágrimas : "si pudiera pedir un deseo, sería volver a nacer y poder correr a tu lado".
Treintaicuatro años atado a una silla de ruedas, y sin poder articular una sola palabra, viendo mis fotos por internet, y escuchando mis historias. Debe ser muy duro.
No nos damos cuenta de lo que tenemos, y es por eso que no le damos valor.
Deberíamos ser conscientes de nuestra movilidad, de la presencia de unas extremidades que algunos no tienen, o de otros que aun teniéndolas, no pueden moverlas, o lo hacen sin control sobre ellas.
Da pena ver cuerpos que nacen sanos, y que vamos atrofiando poco a poco, intoxicándolos día a día , restándoles movilidad con kilos de mas y horas de sillón.
No solo debería estar prohibido salir a correr sin ganas, es que debería ser obligatorio salir a correr como si fuera nuestra última vez, porque no sabemos si lo es.
Salir a correr desbocados, disfrutando del momento, disfrutando de algo que otros no pueden, de algo que te encanta hacer. Apurar el tiempo del que dispones, sin dejarte nada en el tintero, acabando cansado y empapado en sudor. No hablo de ir al límite, hablo de sentirnos vivos, y de celebrar que podemos. Quizás mañana surja algo que te impida salir a correr, así que es hoy, es el ahora, porque el mañana no existe.
La próxima vez que salgas, hazlo como si corrieras por última vez........no vas a dejar de ser tan solo un estúpido, pero puede que seas uno un poco mas feliz.
P.D: Perdón por lo de "estúpido" y Feliz Año Nuevo. Gracias por leer este cutre blog.
Fotos: Ian Corless.
viernes, 4 de diciembre de 2015
Me ha dado un calambre
Me ha dado un calambre. Lo acabo de notar. Llevaba rato avisando el muy cabrón. Comenzó como un extraño tembleque en el gemelo derecho, como queriendo llamar la atención, hasta que ha decidido mostrarse en toda su plenitud.
En medio del mecánico, pero voluntario, acto de la zancada, el rebelde calambre ha interferido en la repetitiva secuencia, sometiendo al musculo a una repentina contracción.
Fruto del espasmo, ha emergido de mi garganta un pequeño y afeminado grito, acompañado de una especie de salto o cojera de lo mas ridículo que se pueda imaginar.
Podría tratarse de un hecho aislado, pero todo apunta a que estas cuatro horas que llevo sudando, zancada tras zancada, con esta agobiante humedad, van a regalarme mas de una visita de estos pequeños cabrones.
Y pienso yo , mientras añado electrolitos a mi agua, que una mierda iba a correr Filipides desde Atenas hasta Esparta, y que Heródoto , el historiador, nos lleva vacilando desde el año 500 antes de Cristo.
¡¡ Venga ya, hombre!! ¿sin mochila, avituallamientos, ni coche de apoyo? .......anda.......no me jodas......
Que muy mierdas tenemos que ser los ultrafondistas actuales, que con todo a huevo, a poco que falle, acabamos lloriqueando.
Me imagino a ese pequeño japones, todo el año entrenando a lo bestia, con todo milimetrado, ritmo....., cuando y cuanto comer......, cuando y que beber........tiempos de paso......equipo de apoyo.......y peta a 30 kilómetros de Esparta.
Es como si Heródoto se cagara en el ego del pobre japones.......y se limpiara con su estampa.
Tres horas y una docena de calambres mas tarde, sigo corriendo.
Y no hay que ser Espartano, ni griego, ni japones, para llegar donde estoy, pero si que hay que entrenarlo todo, y no dejar de llenar el estómago con lo que se va gastando por el camino.
Con todo y con eso, voy a largar la pota que Heródoto jamas narró. El tal Filípides hubiese matado a su madre por llevar mi mochila, con todo su exquisito y reducido contenido. Aun así, el hombre no flaqueó, y yo me encuentro arqueado, con las manos en las rodillas, largando una gran vomitona.
Ahora si, no me hubiera venido mal a mi, la falda de ese señor para limpiar mis zapatillas.
A veces el vómito es el punto y final de la jornada, pero otras es una ráfaga de aire fresco, el alivio de una carga que te impide avanzar, y que te devuelve la energía y la confianza. Después de vaciarte puedes agachar la cabeza y tocar retirada, o levantarla de nuevo y arrancar a correr.
Queda claro que, lo de los calambres y el vómito, son señales evidentes que te manda el organismo, para hacerte saber que hay algo que no estas haciendo bien. Y queda claro también que, mi gesto de añadir electrolitos al agua, o el resurgir de las buenas sensaciones tras potar, son acuses de recibo que te permiten continuar.
Lo que no voy a hacer jamas, es desoír dichas señales y arrojarme absurdamente a un sufrimiento innecesario.
No se que opinaría Heródoto, pero nadie muere por correr 21 kilómetros. Nadie va a cruzar la meta de esa distancia, haciendo un tiempo mediocre, y va a morir por dicha causa. Se muere porque se tiene un problema, ajeno a dicha actividad. Se muere por no escuchar los mensajes que te manda el organismo. Se muere porque se rompe una máquina que ha estado parada mucho tiempo, y de repente la quieres exprimir.
Por contra, miles de sedentarios mueren frente al televisor, mientras escuchan este tipo de noticias........eso si es una estadística palpable.
Las modas siempre han tenido consecuencias. El boom del Skate dejó muchos brazos rotos. El boom del Surf, dejó muchos ahogados. El boom del Padel dejó muchos gilipollas. El boom del Running está dejando muchos lesionados, algún infarto, y llenando el bolsillo de unos cuantos.
Diez horas corriendo. Fin de los calambres y las nauseas. Comienza el dolor.
Pueden ser tus piernas, tus caderas, tus pies o tu espalda.......pero el dolor hace acto de presencia, y se acentúa cuando paras, cuando te sientas un minuto, y cuando vuelves a arrancar.
Con un poco de suerte tu meta está ya cerca........con ausencia de ella, apenas llevas la mitad,o un tercio del camino a recorrer para cruzarla.
El paladar comienza a saturarse de los mismos sabores y texturas. El día se torna noche, o viceversa. Por fin orinas con cierta normalidad.
Al igual que se pasan los calambres, se pasan las modas. La historia esta de los sorteos para pillar un dorsal, los colapsos de los servidores, las listas de espera........pasaran. La gente se cansa pronto de todo. Los mismos que hoy llevan barba larga y el último botón de la camisa abrochado, hace unos meses iban con las cejas depiladas y el pecho al descubierto. Los mismos que entendían de vino y de jamón, ahora solo beben Ginger Ale y degustan canapés de pepino.
La mitad de las carreras que existen hoy en día, desaparecerán de aquí a tres años.
Consigo cruzar mi meta. Da lo mismo mi felicidad o mi satisfacción personal. Al igual que con el pobre japones, Heródoto acaba de cagarse en mi ego, y se ha limpiado con mi estampa. Según la historia, Filípides llegó a Esparta, después de 246 kilómetros, descansó unas horas, y emprendió el camino de vuelta : otros 246 kilómetros.
Por mi parte, regresar al hotel ya va a ser un cachondeo, así que imagínate dar la vuelta en dirección a la linea de salida......
domingo, 20 de septiembre de 2015
LAKES SKY ULTRA
Después de haber corrido en Escocia y Gales, sobre todo al estilo Dragons Back Race, me quedó la esencia de las carreras de montaña por aquellas tierras, su forma de entenderlas, su tipo de montañas, su tipo de terreno, su duro clima, y su espíritu aventurero.
Hace unos días se ha estrenado una dura prueba en el Parque Nacional Lake District (Distrito de Los Lagos), en el Reino Unido. La Lakes Sky Ultra, supone un recorrido de 52 kilómetros con 4300 metros de desnivel positivo acumulado. Hasta aquí nada del otro mundo, incluso no es necesaria la navegación con mapa y brújula como en casi todas estas pruebas en U.K.
La dificultad la marca la gran cantidad de trepadas, destrepes y cresteos que se han de afrontar, así como el duro transito por las encharcadas turberas, y el húmedo y ventoso clima omnipresente en estas tierras.
Tan solo dos puestos de avituallamiento (genial, porque no suele haber ninguno, y has de pillar el agua de arroyos o charcas, y portar lo que necesites en tu mochila), y 14 horas límite, ya que se evita la noche por lo peligroso del terreno.
Para inscribirse, es necesario acreditar experiencia y soltura en carreras de montaña con terreno complicado. Como explica el director de carrera "No cometa un error, este es un evento con un riesgo inherente. Si sus rodillas tiemblan, teme la exposición a las alturas, o no se siente cómodo usando las manos en las rocas, esta carrera no es para usted".
La fecha ha sido el pasado 12 de Septiembre de 2015, así que la próxima edición rondará esas fechas de 2016. Las fotos, y sobre todo el vídeo, dan buena muestra de lo que supone esta Lakes Sky Ultra ¿te atreves?
Toda la información pinchando en el enlace Lakes Sky Ultra
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viernes, 18 de septiembre de 2015
AVALANCHA
Como una avalancha, corredores y piedras se precipitan en el descenso de La Collarada. Oscuridad infinita, escasez de marcas visibles, y gritos de "piedraaaa... !!" , hacen agudizar los sentidos y los reflejos, para buscar y esquivar.
El comienzo de la carrera ha sido vertiginoso. Desde la salida, hemos corrido a un ritmo anormalmente rápido, empujados por la euforia general. El "Camino del Carretón" nos frena en seco. Toca una fuerte subida, la primera de la noche, un kilómetro vertical en tan solo 3,8 kilómetros, hasta la pista del Ibón de Ip.
Subimos "a hierro", desfogando la tensión acumulada y el miedo de las últimas horas. Las luces del pueblo se van haciendo lejanas y diminutas en un corto lapso de tiempo.
Coronamos, y enlazamos con la mal llamada "pista", que no es otra cosa que un camino roto, agrietado, y sembrado de enormes bloques caídos de la ladera lateral.
Trotamos los cuatro kilómetros, que pasan volando........... y volando sale mi frontal al precipitarme y caer entre las rocas, fruto de un tropezón. El frontal se apaga con el impacto, y unos hilos de sangre se encienden en rodilla y codo.
Por suerte el frontal se enciende, y la sangre se apaga con el tiempo.
Guardo los bastones para empezar un nuevo sector. Pasamos la presa, y bordeamos el Ibón, por un paso estrecho, equipado con una cuerda debido a la posible caída, y avanzamos por una ladera pedregosa fuera de senda.
La fuerte subida, por una glera de piedras sueltas, me lleva a gatear y casi trepar en mas de una ocasión. Llueven piedras que desprenden los que me preceden, y los que vienen ya bajando por el sitio equivocado, lo que convierte el ascenso en una especie de lapidación vertical.
Llegamos al punto donde dos voluntarios , inmersos en la niebla, nos indican que hemos finalizado la subida y que toca bajar.
Avalancha, así empezaba esta crónica, y en este punto estamos ahora. Caídas, rasponazos, y el impacto de alguna roca que cae de lo alto......casi nadie se libra de llevarse un recuerdo a casa.
Las marcas arrancadas por el viento, y la espesa niebla, nos apartan del camino correcto. Somos un grupo de unos diez corredores, desorientados, avanzando dispersos para tratar de encontrar alguna marca. Perdemos tiempo, y hacemos algún kilómetro de mas, pero gracias al GPS de un francés, logramos enlazar con la "pseudo pista" del Ibón de Ip, y con ella al segundo paso por el avituallamiento.
La lluvia aparece para quedarse, y no es bienvenida, no al menos en esta Ultra Trail Canfranc-Canfranc, donde el desnivel y el terreno ya suponen un enorme problema sin su presencia.
Estamos inmersos en una larga y vertiginosa bajada. Zigzagueando por estrechos caminos y sendas, zetas con riesgo de caídas de varios metros, con un piso que resbala debido al agua de lluvia. En el bosque hay instaladas incluso cadenas en el tronco de los arboles, dada la fuerte pendiente.
Con la sensación de que no hay un metro de regalo en esta prueba, llegamos al Col de Los Ladrones.
Después de unos minutos de pausa en el avituallamiento, comenzamos la subida al collado de Izas. Vamos subiendo el valle, primero junto a un arroyo, y luego fuera de senda, remontando praderas de gran pendiente. Según subimos nos rodea la niebla, y las praderas se tornan pedreras. A golpe de silbato, desorientados, trepamos hasta el Pico Porrón, donde dos heroicos voluntarios soportan niebla, frío, lluvia y viento desde hace horas, totalmente desprotegidos.
El viento nos zarandea mientras cresteamos varias cimas, algunas estrechas, camino al siguiente avituallamiento. Una vez allí, somos testigos de lo que supone ser voluntario en este punto, en un día como hoy, donde el viento arranca de una triste mesa de playa lo que puede, y donde estos dos amables montañeros, con mas cojones que el Cid, soportan lo indecible desde esta madrugada.
Descendemos del Collado de Izas para enlazar, fuera de senda, con el Valle de la Cascada de las Negras. Seguimos marcas e hitos por la ladera de la montaña, en pequeños toboganes o falsos llanos. El silencio y el paisaje son espectaculares en esta fría mañana de Sábado. La paz interior se rompe al contemplar la inmensa pala vertical de subida al Vértice del Pico Anayet.
Tragamos saliva ,y un gel, apretamos los dientes y los bastones, y comenzamos el ascenso. Nos marcamos pequeñas metas, estableciendo descansos, para hacer mas llevadera la subida. El terreno carece de senda, y forma escalones de yerba y piedra, que endurecen la progresión. El tramo final, de piedra suelta, es la antesala de la cima del collado, y de ahí a la cima del Vértice de Anayet, la pendiente se suaviza.
Las vistas son espectaculares, y en el piso se mezclan tonos de piedra rojiza, el verde de la yerba, las oscuras cimas del horizonte, y los tonos albi-negros de las nubes que cubren el cielo.
Ahora toca bajar de aquí, unos trescientos metros bastante verticales con riesgo de caída, hacia los Ibones de Anayet. En total serán algo mas de 1200 metros de desnivel negativo lo acumulado en el descenso de la Canal Roya.
Se hace tedioso e interminable el sendero que nos lleva a la Base de Vida, la cual consiste en una pequeña carpa instalada al final del sendero. Salvo la existencia de algo caliente que echar al estómago, el lugar no ofrece nada de lo esperado en una llamada "Base de Vida". Tres voluntariosas señoras regentan el lugar, de buen ánimo y sentido del humor, pero me parece violento desnudarme frente a ellas para ponerme ropa seca, ya que la lluvia obliga a permanecer bajo la reducida carpa.
Tan solo me cambio de calcetines y camiseta, como algo, y partimos de nuevo bajo la fina lluvia.
Afrontamos un nuevo kilómetro vertical, hacia la cima de La Raca. Esta vez el sendero hace "zetas", y la subida por el bosque se hace menos dura de lo que imaginas al mirar desde abajo las antenas de la cima.
A medida que progresamos, el cielo comienza a rugir y a lanzar todo lo que tiene a mano. Comienza a transformar la fina lluvia en cortinas de agua, a lanzar violentos rayos a nuestro alrededor......cada vez mas cerca......y termina por arrojarnos todo el granizo que encuentra en sus bolsillos.......se le ve cabreado.....
Soltamos los bastones y nos tiramos bajo una copa de árbol a esquivar la metralla que nos lanza el señor del cielo......no es muy buena idea, pero no hay donde esconderse.
La situación es arriesgada, peligrosa por momentos, y solo se nos ocurre seguir subiendo para buscar refugio en la cima.
Al coronar, los voluntarios del control nos informan de que han suspendido la carrera por seguridad, y que somos "finishers" por neutralización.
Después de tanto esfuerzo, y con margen de tiempo por delante, se te queda mal sabor de boca, pero hay que reconocer que seguir en esta situación es casi un suicidio, sobre todo en una prueba con este perfil tan duro y un terreno tan complicado......y una nueva noche como compañera, cuando ya llevas una sin dormir.
Sin ánimo de crear un mito, esta carrera, en su recorrido original (no el alternativo por mal tiempo que hemos tenido..........que ya es duro de pelotas) se me antoja brutal y reservada a una minoría, donde no me encuentro. Esos 100 kilómetros, con sus 8848 metros de desnivel positivo, no son solo duros en cifras, sino en un recorrido técnico, áspero, plagado de trepadas, destrepes, pasos arriesgados, con dos noches sin pegar ojo por delante, y la necesidad de unos reflejos intactos de principio a fin.
Para el recuerdo, y mi currículum, queda el "yo estuve allí" , y la foto de grupo con la camiseta de finisher que nos entregó la organización.......la única que voy a atesorar en esta prueba...........¿o quizás no?..........¿quien dijo miedo? je je je......
P.D: Al momento de la neutralización, ya habían abandonado 60 de los 120 corredores que habíamos tomado la salida.
lunes, 17 de agosto de 2015
INERCIA
Inercia: propiedad que tienen los cuerpos de permanecer en su estado de reposo o movimiento. Podríamos decir que es la resistencia que opone un sistema de partículas a modificar su estado dinámico.
Por pura inercia y gravedad, millones de habitantes del planeta, permanecen atados a sus sillas y sillones, incapaces de oponerse a su estado de reposo, incapaces de vencer la gravedad, esa sensación de peso, fruto de la atracción de la masa de La Tierra.
En el extremo opuesto, un insignificante puñado de habitantes, vencieron la inercia de su estado de reposo, y ahora es, esa misma propiedad, la inercia, la que les impide detenerse.
Estos rebeldes e insurrectos, oponiéndose a la ley del reposo y a la de la gravedad, tienden a desplazarse y elevarse , lejos del sillón y del centro de la Tierra, hacia las montañas y sus cumbres.
Cada día, técnicos e ingenieros, se afanan en fabricar maquinaria que se ocupe de vencer la inercia por nosotros, reduciendo el esfuerzo del desplazamiento a un simple "de sillón a sillón", del salón al parking, del parking al ascensor, del metro a la escalera mecánica.
Cada día, un nuevo insurrecto, se atreve con unas escaleras, un nuevo rebelde se atreve a correr, por pistas, caminos y senderos, incluso los mas insurgentes lo hacen hacia las montañas.
Se empeñan en incrementar la sensación de peso que los ata al sillón, los ceban y estimulan con horas frente a la pantalla. La inercia del reposo se hace cada vez mas imposible de vencer, y se entra en la espiral del movimiento previo pago. Energías y combustibles al servicio de la inercia inmóvil. Tu paga y nosotros te movemos.
La inercia del rebelde, por el contrario, lo ha llevado al kilómetro setenta de una competición alocada, cresteando afiladas montañas en medio de la niebla. Sentado en una roca supera el bajón. La última subida ha minado sus fuerzas. Plátanos y dátiles son su combustible. Toma su tiempo y continua avanzando.
Combate el calor refrescándose en un riachuelo. Combate el frío incrementando el movimiento, o abrigándose con las prendas que porta en su espalda.
En ese mismo lapso de tiempo, millones de esclavos de la inercia estática, controlan la temperatura pulsando un botón.
Afianzan su estatus estático visionando competiciones de cocina, donde el insulto no está fuera de lugar, y todo gira en torno a la comida.
La ira y la gordura como bandera. La gravedad como aliada.
En la frontera entre Italia y Suiza, un rebelde desciende del Grand Col Ferret, y se enfrenta a su segunda noche en algo llamado Ultra Trail du Mont Blanc.
Ha pasado los pesados meses de verano entrelazando inercia y gravedad a su antojo, con el objetivo dinámico de llegar a ese punto, a esa segunda noche, tan mental como física, donde tendrá que tomar su tiempo y seguir avanzando, una y otra vez.
No hay palabras necias ni preguntas estúpidas que minen su motivación. No hay sillón ni pantalla que lo dominen.
Por contra, sabe conjugar inercia y gravedad en las bajadas, y sabe combatirlas a la hora de subir.
En Champex se alía con otros insurrectos para el asalto final. Mientras la madrugada, y algo conocido como Teletienda, mantiene insomnes a miles de idolatras del consumismo, una hilera de luces surca territorio alpino bajo las estrellas de finales de Agosto.
El amanecer será la antesala de su gloria particular. Chamonix será el final y el principio de algo grande.
P.D: Las fotos son de Dachhiri Dawa Sherpa, vencedor de aquel primer UTMB en el año 2003, donde participaron 772 corredores y solo lograron acabar 67.
martes, 14 de julio de 2015
Seréis lo que ellos odian
Es fácil mirarlo desde afuera, pero te ha costado mucho estar aquí.
Algunos te critican por dejar en casa a la familia, a tu pareja, y viajar a correr por las montañas, para "quitarte del medio".
A otros incomoda tu felicidad, tus experiencias, incluso parecen desear que no logres cruzar la meta.
Has peleado mucho para estar aquí, sacando tiempo de la nada, pellizcando dinero de casa, deambulando por senderos de madrugada para evitar la calor, perdiendo sueño y ganando fatiga.
En realidad no haces daño a nadie mas que a ti, pero has llegado a ser lo que ellos odian.
Tu camiseta reza en el pecho "Nómada Ocasional", y en la espalda "@pasionatesinlímites", con todo lo que ello significa para ti.
Has salido de Courmayeur corriendo, frenando las ganas de darlo todo ya, porque sabes que es muy largo lo que te espera, que 90 kilómetros en Los Alpes dan para una Luna y un Sol, para verlos salir y ocultarse contigo en las montañas.
La primera subida se te hace dura, interminable.......prácticamente no has dejado de subir hasta la cima de Mont Fortin , a 2760 metros, acumulando de una tacada mas de 1700 metros positivos...
Llegar hasta ahí arriba y ver lo que te rodea, ya merece el viaje. Frente a ti el Mont Blanc, el Aiguille Blanche, el Aiguille Noire....y un poco mas alejado el Diente del Gigante......sus cimas afiladas, las lenguas de sus glaciares, las aguas de sus deshielos.......lo que ven tus ojos es espectacular...
Desde el Col de la Seigne al refuggio Elisabetta, siempre se ha llegado por un suave camino de bajada, rodeado de verdes pastos, vacas, y el sonido de las aguas que corren junto a ti........pero eso era en el UTMB......Aquí y ahora, te hacen subir y rodear las Pyramides Calcaires. Bloques de piedra afilada, marcas sin sendero por la pared inclinada, equilibrios pétreos para evitar acabar descalabrados.
Llegar a Elisabetta, la tercera vez en mi vida , la mas dura, me deja de recuerdo un derrame en el dedo gordo del pie.
El calor te hace mella, camino del Lac Combal, y sumerges la gorra en las aguas heladas para paliar sus efectos.
No se a ti, pero a mi, se me han esfumado las fuerzas de repente. Los duros repechos de subida hacen que decida sentarme en una piedra, unos minutos, tan solo cuatro o cinco, pero es que una pájara brutal me ha sorprendido, y cualquier muñeco de trapo daría mas sensación de fortaleza que yo.
Las ganas, y un gel, consiguen recuperarme, y menos mal que ha sido así.
Ves gente que se retira en los refugios, ilusiones como la tuya que llegan a su fin, sin haber llegado a su destino.
Ahora te obligas a comer y a beber, no quieres estar en el pellejo de ellos, aunque tu revuelto estómago proteste al recibir las visitas.
Desde el Refugio Maison Vieille te diriges a la cima del Mont Chetif.
La via ferrata y las pequeñas trepadas para ganar altura, dejan constancia de donde te has metido. El Gran Trail Courmayeur no es nada fácil, no es una dulce trotada por los senderos alpinos.
Una vez en la cima, toca bajar a Courmayeur. La verticalidad da para un Salto Base pero, como no puedes volar, toca perder a pie mas de mil metros de altura, en apenas tres kilómetros ,hasta las calles del pueblo.
Luego les cuentas a tus rodillas y cuadriceps aquello del placer de correr por las montañas......
Mont Chetif: via ferrata de subida, y bajada hasta Courmayeur desde la cima en tan solo tres kilómetros........muy vertical y rompe cuadriceps. |
El final del primer bucle, será el final definitivo para muchos. Y es que, estos 60 kilómetros son ya una carrera brutal, por desniveles, tipo de terreno, por paisajes, por altura, por la calor que está haciendo........para dejar a cualquiera agotado y satisfecho.
Si lo dejas ahora, te harás un favor, y le harás un favor a unos cuantos. Mañana te enviaran mensajes de ánimo, de falso consuelo, habrá quien te diga que has entrenado poco, que esas pruebas con zonas técnicas no son para ti, que Los Alpes son Los Alpes......pero tu, como eres así de feliz, de idiota, de tozudo, y no has venido a tirar la toalla, te tomas un par de birras, y sales con tus compañeros hacia el segundo bucle......No lo puedes evitar, eres lo que ellos odian...
Subir al Refugio Bertone, con calor, nunca ha sido un buen trago, ni en UTMB, con mas de 70 kilómetros en las patas, ni en este GTC ,con 60 kilómetros de fiesta en el cuerpo.
No se a ti, pero a mi me sentó como un polvorón en el desierto.
El continuo zig-zag de rampas en subida, empinadas, entre rocas y raíces, me hacen sentir agotado, sin un solo gramo de energía, vacío por completo, y como hace ocho años, tengo que hacer paradas para sentarme cada pocos minutos.
Quien está a tu lado, te ofrece su compañía, su comida, su apoyo, y te espera paciente.....quien está a miles de kilómetros le está comentando a tu pareja : " que bien vive tu marido...", sin saber lo que has pasado hasta llegar aquí, sin haberte visto vomitar deshidratado tras horas de esfuerzo, sin saber porque hoy aquí sentado tienes los tobillos inflamados, retienes líquidos, y tienes fiebre por la bajada de defensas........tan solo por tocar las narices, por poner en tu contra a los que te quieren, o simplemente porque eres eso que ellos odian, alguien que tiene sueños y lucha por ellos.
Sentado en la puerta del refugio sientes frío, notas las picaduras de los bichos en la oscuridad, y tratas de ingerir algo que te permita seguir avanzando.
El sendero es llevadero hasta Bonatti, y eso ayuda a reponerte poco a poco.
La noche te priva del paisaje, pero te regala las estrellas, te limita la visión, pero te rescata de la ola de calor que ha llegado hasta a Los Alpes.
Con esfuerzo superas las dos últimas tachuelas de subida, el Col Entre Deux Sauts, por encima de 2500 metros, y el Col Sapin, por encima de 2400.
No eres el único que va penando sus dolores, ni su cansancio, no eres el único que solo piensa en llegar.
Supuestamente solo tienes que bajar, pero topas con subidas con un tanto por ciento de inclinación muy "simpático" ,a estas alturas, y con el chip puesto en "dejarse caer" , si te dejas caer....te caes seguro.....
Bajar a Courmayeur, por segunda vez en el día, por tercera vez en la vida, supone el mismo calvario........duele, y nunca llegas......bueno si, si que llegas, pero cuesta, y desespera.
Llega ese momento en que eres sumamente feliz, ese momento que no esperan algunos, ese que no saben apreciar otros, mas allá de premios, tiempos o clasificaciones. Has llegado, junto a aquellos a los que quieres, aquellos que han sufrido y disfrutado contigo......y a miles de kilómetros, a algunos les has aguado la fiesta.......porque cuando hundes la suya, comienza la tuya.
De madrugada, en una meta vacía, brindas con cerveza, y el voluntario que la sirve te sonríe, felicita, te ofrece comida....o mas cerveza, porque seguro que tienes cara de necesitarla......bueno, y de una ducha y una cama, pero eso no está en su mano.
Unas horas mas tarde, caminas maltrecho paseando por el pueblo, bromeando sobre lo que anoche no te hacía tanta gracia, y no dejas de reír, de mirar hacia la cima del Mont Chetif, recordando la vía ferrata.....o las Pyramides Calcaries......
Eres cruel, eres jodidamente cruel.....y feliz, por conseguir tus metas, y por sacar el jugo a la vida. No tienes solución, siempre seras lo que ellos odian.
Todas las fotos son de mi amigo y compañero de aventuras Evaristo Benavente ( @apasionatesinlimites )
jueves, 11 de junio de 2015
EL CORREDOR INERTE
Aún recuerdo la primera vez que lo vi. Yo corría a solas por aquel sendero, estrecho y emboscado, justo cuando empezaba a amanecer. En un par de ocasiones había sentido como que no estaba solo, como si alguien corriera junto a mi. Incluso trataba de escuchar otras pisadas, otro crujir de hojas secas bajo otras zancadas, pero no podía saber si eran el eco de las mías.
Las primeras luces del alba se colaban entre la maraña de nubes y las copas de los arboles, proyectando un sin fin de sombras a mi alrededor.
Correr en aquel laberinto de troncos, niebla y sombras chinescas, te hace ver cosas que no son, y seres que no están, pero aún así, yo sentía que no estaba solo.
Fue en aquel tramo de acusada pendiente. Corría a pequeños pasos. Zancada acortada, pulso elevado. Alguien corría paralelo a mi, pero fuera del sendero. Aún estaba unos pasos tras de mi, pero a punto de alcanzarme..........lo controlaba con el rabillo del ojo.
Llegué a pensar que era mi propia sombra, ganándome terreno, al ir girando el sendero, pero en realidad, el Sol entraba justo a mi derecha, y mi sombra corría justo al lado contrario.
Miré de reojo y allí estaba, me acababa de alcanzar. Dudé en mirar. Giré la cabeza a la izquierda, y vi mi sombra. Giré la cabeza a la derecha y lo vi a el.
Mitad presencia, mitad transparencia. Corriendo entre la maleza sin desplazar ni una sola hoja. Haciéndome compañía sin dedicarme una sola mirada. Era como mi imagen proyectada en un espejo, pero con pintas de corredor de los setenta. Cinta en la cabeza, pelo enmarañado, barba descuidada, delgado y fibroso.
Llegué al final del sendero y desapareció.
¿Que si sentí miedo? apenas cinco segundos, la primera impresión, pero luego noté paz y tranquilidad.
Era otra mañana de invierno, solo, sin nadie que pudiera salir a entrenar al monte. Aparqué el coche en el área recreativa, y mientras me preparaba para empezar a correr bajo la fina lluvia, vi a otro corredor subiendo en la distancia.
Pensé que podría ser alguien conocido, y decidí tratar de alcanzarlo.
No es fácil arrancar de buena mañana y perseguir cuesta arriba a alguien que te lleva ventaja ......y mas si ese alguien está en buena forma, y se mueve bien en la montaña.
Aquel tipo no cedía un metro. Se paro sobre una roca lejana mientras me veía subir, y al minuto retomó la marcha. Estaba claro que no era un conocido.
Creció mi empeño en darle caza, a la par que la intensidad de la lluvia.
Aquel cretino me estaba haciendo sudar de lo lindo, y esas paradas que hacía para verme subir me tocaban mucho la moral.
La lluvia había embarrado el sendero, y la pendiente me hacía resbalar, al tiempo que me dio por fijarme en que no había huellas del corredor que me precedía. ¿Por donde había subido? conozco bien la zona y no hay otra posibilidad.
Llegando a la cima, en un falso llano, pude apretar. Lo tenía a unos cien metros, desdibujado por la cortina de agua, y parecía estar esperándome para coronar.
Al acercarme reconocí a aquel espectro de la cinta en el pelo. Me miró y desapareció en el interior de un enorme bloque de piedra.
Días mas tarde regresé al mismo lugar. Un cielo gris oscurecía la mañana. Decidí trazar un recorrido que me encantaba, un poco técnico, pero entretenido y con muy buenas vistas.
De nuevo solo, respirando el frío aire de la montaña, apoyando las manos en las rodillas para progresar en las duras pendientes hacia la cresta.
Hora y media mas tarde, llegué al punto mas alto, y decidí sentarme a contemplar el paisaje, y de paso comer algo.
Frente a mi, en una arista cercana, apareció una figura corriendo. Al llegar al punto mas alto, al igual que yo, se sentó. Parecía no hacer nada, tan solo contemplarme en la distancia.
Pasados unos minutos, me levanté para continuar la marcha. La figura también se incorporó, y al arrancar yo a correr, el hizo lo propio.
Un pequeño valle separaba nuestras montañas. Desde mi sendero podía contemplar como corría por el suyo, como se paraba cuando yo paraba, y como continuaba corriendo cuando yo lo hacía.
Tomé la senda que bajaba hacia el arroyo encajonado entre las dos montañas, y lo vi como empezaba a bajar desde su lado también.
Saltando de bloque en bloque, fuimos llegando al arroyo, cada uno desde su lado, hasta que coincidimos, enfrentados, cada uno en su margen.
Era de nuevo el corredor fantasma, difuminado entre el agua pulverizada que salpicaba el arroyo........quieto, mirándome, con expresión tranquila.
Sin saber que hacer, ni que decir, me agaché a beber un poco de agua y a enjuagarme la cara, y al levantar la mirada, había desaparecido......una vez mas.
Ya de vuelta, llegando al coche, me giré para contemplar aquellas montañas por las que había estado "cabalgando"", y a lo lejos, en uno de los picos cercanos, pude observar sentado a mi "amigo" el espectro, como vigilando mis movimientos............. o despidiéndose de mi.
Un par de meses mas tarde, el reloj marca la media noche, mi frontal ilumina un polvoriento sendero, y un dorsal prende de mi cintura.
Aun me quedan fuerzas para correr. A decir verdad, he llegado bastante entero a este punto de la carrera.
Frente a mi, a unos cien metros por delante, veo la figura del corredor que me precede. Parece no llevar frontal, o su luz es poco intensa.
Puedo ver las luces del pueblo a unos cinco o seis kilómetros de donde estoy, y oír la megafonía de la zona de meta.
Trato de cazar al corredor, no por afán de superarlo, sino por compartir charla e impresiones hasta la meta.
Alumbro con mi frontal, y hay veces que lo veo y veces que lo pierdo. Muevo la cabeza a izquierda y derecha para que la luz haga un barrido, para tratar de verlo, pero se ha esfumado.
Llegando al pueblo lo vuelvo a ver, esta vez muy cerca. Se para, se gira hacia mi, y me hace un gesto como diciendo " sígueme ". Es el, el espíritu del corredor de los setenta.
Al girar la última calle antes de encarar la meta vuelve a desaparecer.
Por megafonía anuncian mi llegada, mi numero de dorsal, y el tiempo en el que voy a parar mi crono. En esta última recta la gente hace un largo pasillo, aplaudiendo, y veo caras conocidas. De entre la multitud, casi a la altura del arco de meta, emerge el espectro de la cinta en el pelo, se planta en medio del pasillo e inclina su cabeza en un gesto de felicitación y respeto.
Lo he vuelto a ver, a veces a lo lejos, corriendo a su aire por el monte, y otras veces de cerca, tan solo unos segundos, mientras estoy corriendo con mi grupo de amigos............ me mira, esboza algo parecido a una sonrisa y desaparece.
Y mientras tanto, alguien lleva rosas a su tumba, y el sigue corriendo libre en las montañas.......... aunque atrapado entre dos mundos.
martes, 26 de mayo de 2015
ARAÑAZOS
Son como pequeños tatuajes perecederos, involuntarios y caducos . A veces vienen para quedarse unos días, para que no desaparezca de inmediato su razón de ser en ese trozo de tu piel. Otras veces, desaparecen en unas horas, ocultos bajo la ropa, disimulados en zonas que escapan a nuestra vista, o en pliegues de nuestra carne, de manera que, si no los ves o no los sientes, es como que ya no están, y pasan al olvido, tanto ellos, como el instante en que laceraron tu piel.
Arañazos de pasión, sin intención dañina, de un aferrarse desmedido a algo que uno desea tanto, que acariciarlo ya no es suficiente.
Arañazos de desobediencia o transgresión, de pasar por donde otros ponen sus barreras ,almenadas por púas, agujas, puntas, y todo aquello que saben que va a marcar tu piel con sangre y dolor.
Arañazos de terquedad y obstinación, de avanzar donde el camino se ha cerrado, y por no retroceder, se asume el propio daño, y se sufre la indefensión de la piel frente al zarzal.
Sangre seca, alineada en tramos cortos, paralelos o cruzados , decoran la musculatura de tus hoy maltrechas piernas. Sentado en tu sillón las miras, abstraído unos segundos del ruido de fondo, y cada arañazo te evoca a un momento salvaje y cercano.
La abrasiva roca castiga tu torpeza, tu descenso entre sus bloques, arañando tus gemelos y las palmas de tus manos. No son marcas de castigo, son señales de que debes aprender, señales de que eres vulnerable frente algo que es mas duro que tu piel, recuerdos de que la Tierra tira de ti con fuerza, y no puedes dejarte caer.
Marcas efímeras de una primavera que va cerrando sus senderos, estrangulando sus vías, ocultando sus pasos,como queriendo ganar el pulso que mantiene contigo por no dejarte pasar.
Estigmas que deja en ti una vegetación que incide una y otra vez en los mismos poros, punzando el mismo tejido, irritando la misma dermis, a cada paso....... a cada zancada......
Arañazos, trazos purpura en el lienzo de tu piel, fruto del movimiento, del encuentro de dos cuerpos, de un corazón que late......en un cuerpo que esta vivo.
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Cuando correr se te va de las manos,
La Ultima Selva.
jueves, 7 de mayo de 2015
Miles de zancadas siempre acaban en dolor
Se acabó el estado de trance, la sonrisa en el rostro, la agradable charla con el otro. Hace unos minutos que apareció, quizás con aviso previo, o de manera súbita, quizás de menos a mas, o de un repentino latigazo. Miles de zancadas siempre acaban en dolor.
Amar duele. Correr duele. Amar correr te condena al dolor. Como ese invitado a la fiesta que se pasa la velada apartado en un rincón, pasando desapercibido durante toda la noche, y que acaba metiendo la pata, cuando ya nadie se acordaba de el.
De manera inconsciente tratamos de evitarlo. Al comprar tus zapatillas siempre piensas en dolor. Al comprar tu vestimenta, tu mochila, tu chaqueta impermeable..........el dolor está presente, inherente, ya sea como lo opuesto a la comodidad, o como la escasez de protección.
Entrenar no es mas que evitar el dolor. Llegar mas lejos, mas rápido, mas tiempo......retardando la aparición del dolor.........un dolor que siempre llega.
Todo gesto repetitivo acaba en dolor, por desgaste, inflamación, aumento de temperatura, fricción, perdida de lubricación, rotura, consumo de recursos energéticos, tensión......Miles de zancadas siempre acaban en dolor.
Hace rato que ya no disfrutas. Tu ritmo ha bajado considerablemente. El contenido de tu estómago ha subido hasta tu boca un par de veces.
Tus piernas pesan, tus pies arden, y ya has tropezado tres veces.
Sientes un profundo pinchazo en la espalda que te hace inclinarte y correr arqueado.
Se acabó la poesía, la banda sonora, la belleza del entorno. Ya solo queda el animal herido, la piltrafa en movimiento, una sombra de ti jodida hasta los huesos.
El dolor no es silencioso. Suena el arrastre de tus zapatillas. Suena tu respiración forzada. Suenan tus airadas maldiciones. Suena tu patada a esa piedra, y el adiós a otra uña. Suena tu arcada al borde del camino.
Miles de zancadas siempre acaban en dolor.
Una explosión de líquido en el calcetín, proveniente de una ampolla. Una serie de repetidos calambres. Un musculo atormentado por siniestros espasmos. Un doloroso escozor en el tracto urinario. Una lanzada en el costado asestada por los gases.
Vives en la "milla verde", en el corredor de la muerte, esperando tu fatídico destino, que no es otro que el dolor.
Crees haber escapado indemne, ya has parado de correr, y el dolor no ha aparecido.
Tu temperatura corporal desciende, tu sudor se enfría, tu barbilla tiembla, tu anatomía se agita sin control.
El agua de la ducha descubre rozaduras que ignorabas, y lo hace en forma de escozor. Tratas de frotar la suciedad de tus tobillos, pero no consigues llegar. Miles de roturas en las fibras musculares de tus cuadriceps, suponen un calvario a la hora de salir de la bañera.
Tu cuello, achicharrado por el Sol, roza dolorosamente con la funda de la almohada.
Tumbado en la cama, sientes los latidos del corazón en las piernas, sientes como arden, sientes punzadas de dolor, y no consigues conciliar el sueño.....en toda la noche.
Miles de zancadas siempre acaban en dolor, lo sabes bien, pero acudes a su encuentro.
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jueves, 2 de abril de 2015
Los Reyes del Sendero
Te pasas la vida haciendo cuentas, a golpe de teclado. Tu mirada va saltando del reloj al calendario.....otra vez llegas tarde a la reunión. Cada vez que te mueves del sitio, aparecen nuevos posits pegados al monitor.....se acerca el fin de mes, hay que cerrar, y todo son penalizaciones.
¡¡¡ Apartaos, mi cabeza va a reventar, y pienso salpicar.......!!!
Te sientes ahogado, cada vez que te levantas del sitio notas un "joder, que mareo...", cada vez que suena tu teléfono sientes un "....y ahora que quiere este? ".....Llevas ya un rato queriendo ir al baño, pero no paran de venir a tu mesa a traerte papeles, y problemas.
¿Quien eres?¿quien soy? Haces lo que los demás te exigen, pides permiso para cosas que no deberías, y ya no tienes fuerzas ni para protestar. Obedeces.
Estas aquí porque vas a salir reforzado, estoy aquí porque siempre limpio mi mente, y abandono el sendero con algo de esperanza.
Vas a correr hasta que te duelan las piernas, vas a gritar hasta que te escuche el que va en cabeza, y no quede nada que gritar.
Cuando salgas del sendero, te habrán abandonado tus demonios......y sabes que volverán.....y tu también lo harás a este lugar.
A diez mil pies de altura, alguien piensa en acabar con todo. Una voz en su cabeza le arrastra a precipitarse al vacío. No eres tu, y nunca lo seras.
No naciste para penar, no era ese tu destino. Tampoco naciste para correr, pero no quieres dejar de hacerlo.
Estas aquí porque vas a salir reforzado. Estoy aquí porque estas tu.
Ahora somos los Reyes, en este momento. Sudados ,salpicados de barro, cubiertos de arañazos. Reyes, según las reglas del sendero.
El viento te empuja, la lluvia te empapa, el barro te frena, el Sol te abrasa.......todo da igual, vas a salir reforzado de aquí. Es la única oportunidad de salir de tu cabeza.
No serías nada sin esto....... no seríamos nada sin esto.
A la espera de estar de nuevo aquí, el tiempo se espesa y viaja lento, y te ahogan tus demonios.
Voy a saltar hasta que me duelan las piernas, voy a subir hasta que el corazón golpee mis sienes. La única fe que queda en mi es veros corriendo a mi lado. Saldremos de aquí con mucha mas esperanza.
Solo sigue al que te precede, no es el lider, aqui no hay lideres, solo iguales.
Solo vuela sobre el sendero, el es tu camino, tu guía , tu luz. Pisa dentro de él en cada zancada, él existe porque es pisado, si se deja de pisar desaparece entre la maleza........como la niebla.
Esta es nuestra vida. Aquí somos Reyes. Aun queda luz.
martes, 24 de marzo de 2015
El bucle de las miserias
Ya llega la Barkley 2015. El bucle de las miserias. Cinco vueltas inhumanas, imposibles, por un terreno intratable. Dos en el sentido de las agujas del reloj, dos en sentido anti-horario, y la última a tu elección. 32 kilómetros por vuelta, unos 3.500 metros de desnivel positivo cada vez.
Ya lo expuso Darwin, "la supervivencia del mas fuerte", solo aquellos nacidos y adaptados al dolor y al esfuerzo extremo, han logrado completar las cinco vueltas. 14 hombres en 30 años.
La "Fun Run" (algo así como "Correr Divertido", con toda su carga irónica) consiste en completar los tres primeros bucle y ,según los expertos, supone mayor esfuerzo que completar la Hardrock 100, las 100 millas mas duras de EEUU.
Cada año es un misterio el listado de inscritos. Con un procedimiento de inscripción secreto, y rocambolesco, no hay página oficial que anuncie a los elegidos. Tan solo aquellos que desvelan en sus blogs o foros especializados la desgracia que les ha caído......si, la desgracia, porque el mismo Lazarus Lake, "alma mater" y creador de la Barkley, manda sus condolencias en un e-mail a cada elegido para hacérselo saber.
Por delante 60 horas penando por subidas y bajadas con nombres propios como: Rat Jaw (mandíbula de rata), Meth Lab Hill (colina laboratorio de metanfetaminas), Son Of A Bitch Ditch (zanja hija de puta), The Bad Thing (la cosa mala), y Testicle Spectacle (espectáculo testicular).
Sonará en la madrugada el aire impulsado a través de una caracola de mar. Se empezarán a iluminar los dobletechos de una treintena de tiendas de campaña. En una hora, 35 almas ajetreadas esperarán junto a la vaya amarilla a que Laz prenda su cigarrillo Camel. Tras la primera calada, comenzará la procesión de incautos por el bucle de las miserias. La Barkley estará en marcha.
Las tres bestias de la Barkley Marathons 100
Nada me gustaría mas que reunir a las tres bestias de la Barkley en una misma edición: Brett Maune, recordman y doble finisher en los años 2011 y 2012; Jared Campbell doble finisher en los años 2012 y 2014; y Nickademus Hollon vencedor de la terrible edición de 2013, y finisher mas joven de la historia de la Barkley (22 añitos).
Brett Maune
En 2011 y 2012, Brett Maune gana dos veces seguidas y establece un nuevo record de la prueba con 52 horas 3 minutos. Hasta Septiembre de 2009 solo era un desconocido, pero saltó la noticia de que se había batido el record del John Muir Trail en autosuficiencia con una marca de 3 dias 14 horas y 13 minutos. Esto suponía mejorar la marca que tenía Mark Davis "con asistencia" en seis horas, y mejorar la que tenía Michael Popov en autosuficiencia en 19 horas. A Brett lo crucificaron en los foros de internet, cuestionando su credibilidad, un tipo sin curriculum previo en carreras de 100 millas parecía insultar al resto de especialistas en la materia. Su aspecto y su mochila parecían provocar a los demás ultrarunners. Así que tuvo que entrar al trapo y defenderse dando explicaciones en internet a diestro y siniestro. Pero seguían sin creerle.
¿Y que hizo el bueno de Brett? pues como todos le hablaban de un mundo que desconocía, se puso a indagar en eso de las pruebas de 100 millas, de eso que le comentaban aquellos que se hacían llamar ultrarunners. Como el mismo cuenta: "a raíz del récord me enteré de que habían pruebas organizadas de 100 millas que la gente hacía corriendo. Yo vivía sin saberlo en mi universo paralelo, haciendo ultra-caminatas y aventuras en las montañas desde siempre. Comencé a investigar sobre pruebas de 100 millas, para ver si alguna lograba interesarme, y encontré dos que me parecieron las mas duras: Hardrock y Barkley".
Brett presentó su candidatura para ser aceptado como aspirante a participar en Barkley en 2010, pero fue rechazado. Con un currículum ultra, consistente tan solo en su récord del John Muir Trail, consiguió ser aceptado para la edición del año 2011, y empezó a entrenar. Contactó con algunos veteranos para conseguir consejos sobre como enfrentarse a esta prueba, y se puso en la línea de salida junto al resto de corredores.
No solo fue el único en llegar, sino que estuvo en tiempos de superar el récord de la prueba, aunque al final se le complicó la cosa. Ahora forma parte de los catorce únicos hombres del planeta que lo han conseguido, y en su currículum ultra ya tiene una prueba de 100 millas, la mas dura del mundo. El año 2012 repitió victoria con récord incluido.
Jared Campbell
Terminó su primer intento en la Barkley siendo finisher en 2012. Regresó en 2013 con peor suerte, porque fue un año con un clima demencial, con lluvia, frío y nieve en las cotas mas altas......durante las 60 horas que dura la prueba. En 2014 repitió la hazaña de 2012, siendo el segundo hombre, junto con Brett Maune, en doblegar a la bestia por partida doble.
Es hombre de retos, inventados por el, o ya consolidados, como la Nolan's 14. Dicha prueba consiste en enlazar 14 cimas de las montañas de Colorado (EEUU) en menos de 60 horas. Supone un recorrido de unas 106 millas (unos 170kms) y 45.000 pies de desnivel positivo acumulado (unos 13.700 metros).
Entre sus victorias mas notables se encuentra la Hardrock 100 de 2010.
Nickademus Hollon
Con tan solo 22 añitos, ya tiene para contarle a sus nietos que acabó dos veces la infernal Badwater 135, que quedó tercero en la durisima H.U.R.T. 100, y que fue el corredor numero 13 de la historia en completar la Barkley, ganando la edición de 2013.
En 2014 quedó segundo en dos monstruos como Ronda del Cims (170kms) en Andorra, y Tor des Geants (330kms).
Pero la cosa no queda ahí, porque en el año 2008 (con apenas 18 años) ya tenía "en las cachas de su revolver" las muescas de pruebas como Javelina Jundred 100M, Across the Years 24h, Leona Divide 50M y Pacific Crest Trail 50M.
Para completar su curriculum, hasta le fecha, y aparte de lo antes mencionado, una Western States 100 en 21:40h, una Arrowhead 135M, una Rocky Road 100M en 15:40h, y dos participaciones mas en Barkley completando la Fun Run (tres bucles).
El "Top Ten" de las estrategias de Nick por si quieres llegar a ser el nº15 de Barkley
1-Conozca la región, salga a Barkley una o dos semanas antes y corra todos los caminos , cortafuegos y senderos posibles. Usted debe ser un experto en la topografía de esa region.
2-Conozca orientación. Dedique tiempo a investigar, leer, tomar clases sobre el uso de un mapa y una brújula. Barkley es al menos un 30% (más, probablemente) de habilidades en orientación.
3-Entrena subir cuestas muy empinadas caminando, y entrenalo a un nivel en el que tu ritmo cardíaco se mantiene bajo y controlado.
4-Entrena correr en bajadas empinadas y en terreno llano después de machacar los músculos en las subidas. Mucha gente se olvida, pero también hay 60.000 pies de descenso en Barkley (18.288m D-), ser un buen corredor de descenso puede hacerte ser un finisher.
5-Comer y correr con el siguiente bucle en mente, eso significa coherencia. A nadie le importa si llegas a completar el primer bucle en menos de nueve horas ... lo que importa es si fuiste incluso capaz de llegar al tercer bucle.
6-Ayuda a los demás durante la carrera, te traerá buen karma: una novato perdido, un veterano confuso, un corredor con hambre, un corredor con frío o incluso sólo una palabra amable, de paso.
7-La nutrición en Barkley es diferente a otras carreras, ya que estás trabajando para 60 horas no para 24. Esto significa que su cuerpo está quemando en su mayoría grasas y proteínas y te tendras que acostumbrar a correr y entrenar con ellos como combustible en lugar de carbohidratos. Comer y correr con el siguiente bucle en cuenta .
8-Dominar la siesta o una técnica de meditación. Una mente bien descansada y un corredor , en Barkley es un 100% más fuerte y más rápido que un corredor y una mente que han llegado y salido del campamento en menos de quince minutos. Recuerda que tu vas por casi 60 horas.
9-Si estas pensando hasta en abandonar, manda al infierno todos los "puntos convenientes para abandonar". Cuanto más dolor en el culo te haga abandonar, más probablemente deberías continuar.
10-Por último, tenga la mentalidad de ser un finisher. Cuando se lee a continuación cómo sobreviví al bucle 2, no fue a causa de mi material o capacidad física, era porque estaba en el "modo de pensar correcto".
Ahor dejo ,los que para mi gusto son, los mejores reportajes en vídeo sobre la Barkley hasta la fecha. Espero que os gusten.
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